La prensa oficialista cubana desmintió una información publicada en redes sociales en la que se afirmaba que las casas de cambio (CADECA) emitirían nuevas tarjetas prepago en MLC que podrían recargarse al cambio oficial de 1 dólar X 24 CUP.
La sección de Cubadebate ‘Cazador de mentiras’ salió al paso de una información que incendió las redes sociales. Publicado en Facebook, el post que desmiente el medio oficialista anunciaba la emisión de nuevas tarjetas con denominaciones de 200, 500 y 1000 MLC y que podrían adquirirse al cambio oficial desde Cuba, y no desde el extranjero.
“Tal noticia es totalmente falsa y busca confundir a la población. Si el sistema bancario cubano no tiene fondos suficientes hoy para hacer este cambio normalmente en sus unidades, cómo podría emitir entonces tales tarjetas desde CADECA”, razonó Cubadebate.
En su desmentido, la redacción del citado medio se hace u lío de preguntas y respuestas que –lógicamente- terminan por enredar aún más algo que resulta inexplicable.
“Si CADECA pudiera vender USD a cambio de CUP ¿no sería más fácil hacerlo como lo hacía hasta el 2019? Si CADECA tuviera tantos USD como para emitir una tarjeta a cambio de CUP, para que la población compre en las Tiendas en USD, ¿no sería más fácil que Cuba compre los productos con esos USD y los venda en las tiendas en CUP?”, argumentó el portal oficialista.
Lo único que queda claro en la explicación de Cubadebate es que CADECA y toda la banca cubana, el ministerio de Finanzas y precios, las tiendas en MLC y en pesos, el negocio de la importación y las remesas, y casi todo cuanto afecta al bolsillo de los cubanos está en manos de ese conglomerado de intereses que el régimen totalitario llama “Cuba”.
El desmentido evidencia la preocupación del régimen cubano ante el estado de opinión de un país cuya ciudadanía está harta de las manipulaciones, los salarios, las colas, el desabastecimiento y la incapacidad manifiesta del gobierno para proveer desde productos de primera necesidad hasta servicios públicos decorosos.
La unificación monetaria en Cuba, conocida como “tarea ordenamiento” ha fracasado estrepitosamente. Con el paso de los días y ante la escasez generalizada, el mercado negro ajusta al alza el cambio de las divisas al peso cubano.
A medida que las autoridades continúan generando mecanismos para acaparar los dólares circulantes en el país, la divisa se dispara en el mercado informal y ya se cotiza en plataformas como revolico.com a 67 pesos cubanos por unidad.
La necesidad de dólares es creciente en la isla para efectuar pagos y adquirir productos de primera necesidad en las tiendas MLC, en las ocasiones en que están surtidas. Sin embargo, no hay modo de obtenerlos porque no se venden en las casas de cambio estatales.
En la isla tampoco se pagan salarios en dólares en la isla, por lo cual los cubanos solo pueden acceder a la divisa a través de transferencias internacionales a tarjetas electrónicas o en el mercado negro.
"En la actualidad, teniendo en cuenta la poca disponibilidad de divisas extranjeras en las Casas de Cambio nos vemos obligados a adoptar la decisión, a partir del 20 de mayo de 2021, de suspender el servicio de recanje de moneda libremente convertible (MLC), en las oficinas ubicadas en los aeropuertos internacionales", señaló CADECA a finales de mayo en una declaración.
Implementada la unificación monetaria en enero, las CADECA anunciaron que se limitarían temporalmente a vender MLC a los viajeros que salían del país, pero dijeron que el servicio de compra y venta se restablecería en la medida que las arcas bancarias recuperaran su disponibilidad en divisas.
"Mientras duren estos seis meses de la Tarea Ordenamiento, puede llegar con 300 CUC, que nosotros le vamos a comprar los CUC y con los pesos le vamos a dar la divisa que dispongamos", dijo entonces el presidente de CADECA, Joaquín Alonso Vázquez.
El límite establecido para canjear a los viajeros fue de 300 CUC o 7200 pesos cubanos al cambio oficial de 24 x 1 dólar, y al correspondiente en otras monedas según la tasa cambiaria vigente.
Pasados los seis meses anunciados por Vázquez, el panorama es completamente inverso al pronosticado. No solo no se ha normalizado el servicio de compra-venta de divisas, sino que el régimen ha reforzado aún más el “corralito” sobre las divisas circulantes.
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