El régimen de Nicolás Maduro en Venezuela comenzó a vacunar este fin de semana a su población con el candidato cubano Abdala contra el Covid-19, a pesar de la oposición de varios sectores del país.
Una nota publicada por los medios oficialistas cubanos Cubadebate y Prensa Latina señala que la vacunación, a la que llaman “intervención sanitaria”, inició bajo estrictos protocolos en Ciudad Tiuna, un complejo habitacional de Caracas donde se aplicará la primera dosis a 10 000 personas en un lapso de tres días.
El jueves el fármaco cubano fue incluido de manera oficial en el esquema de vacunación venezolano, a pesar de las alarmas del sector médico de ese país que manifestó su preocupación por el uso de un producto que aún no ha sido aprobado por ninguna entidad competente.
Erick Méndez Rodríguez, jefe de la Misión médica cubana en el Distrito Capital de Caracas, dijo al portal del gobierno cubano Cubadebate que unos 150 especialistas de la isla y venezolanos de la Misión Barrio Adentro, completarán un esquema de vacunación de tres dosis, y se harán responsables de la organización y seguridad del proceso.
Fueron excluidos de la vacunación personas con patologías crónicas no trasmisibles que estaban descompensadas al momento de la inoculación, pacientes alérgicos al timerosal, y enfermos con VIH-sida, explicó el medio de prensa.
Venezuela anunció que el acuerdo con Cuba es de 12 millones de dosis que llegarán a Caracas en los próximos meses y servirán para inmunizar a 4 millones de venezolanos.
Cubadebate informó que este primer lote fue de 30 mil dosis de Abdala.
Este convenio no ha estado exento de polémica. La Academia Nacional de Medicina de Venezuela ha dicho que está preocupada por la introducción en el país de los candidatos vacunales cubanos Abdala y Soberana 02, y los consideró productos de “dudosa credibilidad científica”.
El gremio de profesionales de la Salud afirmó en un comunicado que la vacuna está aún en fase de “desarrollo experimental” y no se cuentan con datos o evaluaciones de organismos internacionales que la avalen, sino de medios estrictamente apegados al régimen de La Habana.
El gremio advirtió que tanto la Abdala como Soberana 02 son candidatos a vacuna –razón por la cual llaman al proceso “intervención sanitaria” y no vacunación– y “se basan en desarrollos experimentales semejantes a los que están siendo estudiados por otros laboratorios en el mundo, pero que todavía no han resultado en el desarrollo de ninguna vacuna de comprobada eficacia”.
El gobierno cubano desarrolla cinco vacunas en la isla contra el coronavirus, pero las más avanzadas son Soberana 02 y Abdala, que según los datos del régimen sería la cuarta vacuna más eficaz del mundo.
A pesar de ello, debido a la falta de transparencia en la información sobre estos candidatos vacunales, algunos países continúan cuestionando los productos cubanos.
Los gobiernos de Cuba y Venezuela llaman al proceso “intervención sanitaria” porque el candidato vacunal aún no ha sido aprobado.
La isla inició la vacunación de su población aún cuando los candidatos se encontraban al inicio de la tercera fase de experimentación, alegando que se trataba de una medida de emergencia. Hasta el momento se han aplicado más de cinco millones de dosis en la nación caribeña.
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