El gobierno cubano movilizará este sábado a residentes de varios lugares del país en concentraciones políticas que pretenden contrarrestar las protestas protagonizadas por miles de cubanos el pasado 11 de julio, de un extremo a otro de Cuba.
Una nota del Noticiero Nacional de la Televisión cubana anunció que en varios sitios de la isla el "pueblo protagonizará demostraciones de respaldo popular", en las próximas horas, que -aseguró- "tendrán una limitada participación de personas y se realizarán en lugares abiertos".
A pesar de que Cuba transita el peor momento de la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia de coronavirus, la televisión oficial defendió estas movilizaciones, a las cuales han sido citados trabajadores y estudiantes del país, a quienes incluso se les garantizará transporte en caso de vivir lejos del sitio de la concentración, según confirmaron a CiberCuba residentes en la isla.
El NTV aseguró que los eventos fueron convocados "excepcionalmente en las actuales circunstancias epidemiológicas", ante "el reclamo de amplios sectores de nuestra sociedad que desean expresar de manera presencial su total condena a los disturbios que provocaron daños humanos y materiales, y pretendieron alterar la paz y tranquilidad ciudadanas".
Según el reporte, los actos serán "la respuesta al llamado a defender la revolución frente a los recientes hechos violentos ejecutados por elementos delincuenciales, organizados y financiados desde Estados Unidos, y a las acciones de guerra cibernética y terrorismo mediático".
Las razones esgrimidas por la televisión oficial cubana alegan, además, que los eventos "dan continuidad a las iniciativas de condena" al embargo de Estados Unidos, endurecido por las medidas que adoptó en el último año la administración Trump y que mantiene vigentes el gobierno de Joe Biden.
En La Habana, la concentración de este sábado será a las 7 a.m., en la explanada de La Piragua, en el Vedado, lo que corroboró una funcionaria del partido provincial, entrevistada por la emisión nocturna del noticiero, quien dijo que se pidió a los participantes asistir protegidos, "si es posible con dos nasobucos", mantener el distanciamiento físico y llevar sustancias alcohólicas o cloradas, entre otras medidas con las cuales el gobierno pretende minimizar el posible impacto negativo que puede acarrear concentrar a un número indeterminado de personas en la actual crisis sanitaria, que ya alcanza catastróficas dimensiones.
Las concentraciones se efectuarán casi una semana después de la jornada en la que miles de cubanos salieron a las calles a manifestarse contra el régimen y exigir libertad y democracia para la nación, sumida en una de las más graves crisis económicas y sociales de su historia contemporánea.
A las protestas del 11 de julio, los órganos represivos del régimen respondieron con una escalada de violencia que incluyó arrestos, allanamientos, agresiones físicas e incluso la muerte de al menos uno de los manifestantes, en circunstancias aún no explicadas por las autoridades, que se limitaron a emitir un escueto comunicado en el cual solo refirieron que el hombre "resultó fallecido".
Hasta este viernes, no se habían publicado cifras oficiales del total de detenidos en Cuba tras las protestas del domingo, aunque informes independientes contabilizan en más de 400 las personas desaparecidas, según reportes de familiares y amigos. Tampoco se conoce el número de lesionados, como consecuencia de la represión de los cuerpos armados, militares vestidos de civil y las brigadas de respuesta rápida.
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