La judoca cubana Kaliema Antomarchi perdió en la discusión del tercer puesto de la división de 78 kilogramos, no sin antes ofrecer la mejor demostración de los representantes cubanos de este deporte en la cita olímpica de Tokio.
La santiaguera cedió por waza-ari frente a la vigente monarca universal, la alemana Anna Maria Wagner, luego de ganar el derecho de estar en esa instancia al disponer en el repechaje de la holandesa Guusje Steenhuis, que este año se había alzado con el bronce en el certamen planetario.
Tercera en el Mundial de Budapest 2017, la santiaguera de 33 años empezó su aventura estival con un triunfo sobre la croata Karla Prodan (medallista europea en 2020) y entonces se las vio por cuarta vez en su carrera con la francesa Madeleine Malonga, monarca universal en 2019, subtitular en 2021 y número uno del escalafón del orbe.
En una pelea disputadísima (cada una se apuntó un waza-ari), Malonga logró imponer finalmente su palmarés en Regla de Oro.
Con Antomarchi, el judo insular vivió su momento más alto en los tatamis tokiotas, pues sus competidores anteriores (Maylín del Toro, Magdiel Estrada e Iván Silva) pasaron con penas y sin glorias por un torneo en el que todavía no han intervenido los superpesados Andy Granda (+100) e Idalys Ortiz (+78), la mayor esperanza medallista de este deporte a día de hoy.
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