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Familia de joven fallecido en Cuba denuncia "atrocidades" en el hospital Calixto García

"Si requiere atención del servicio de Neurocirugía, déjense morir antes que lo maten allí", recomienda un allegado de Yasmany Cáceres. Según cuenta, el personal de terapia pide dinero a las familias para pasarles una foto o un vídeo de sus parientes.

Yasmany Cárceres, junto a su pequeña hija, que queda huérfana. © CiberCuba
Yasmany Cárceres, junto a su pequeña hija, que queda huérfana. Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 2 años

Se llamaba Yasmany Cáceres Rodríguez, tenía 33 años, era casado y padre de una niña de un añito. Murió este 28 de julio víctima de la dejadez y de las atrocidades que se cometen en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Hospital Calixto García, de La Habana, denuncia su familia.

Cáceres Rodríguez era de Matanzas. Su madre lo tuvo cuando tenía 42 años y él nació con hidrocefalia (acumulación de líquido cefalorraquídeo en el cerebro). Esa situación hizo que su hermana mayor renunciara a tener hijos propios. Rosario Cáceres se dedicó a Yasmany en cuerpo y alma, como si fuera su bebé.

El niño fue trasladado a La Habana y operado con éxito por la doctora Paulina Ruiz, ya fallecida. Todo el pueblo de Alacranes, en Unión de Reyes, fue testigo de lo mucho que luchó esa familia por la vida de Yasmany Cáceres. Eso ha hecho que hoy los vecinos estén conmocionados ante una muerte achacada a la negligencia médica del doctor Roberto V.V, que se negaba a su ingreso hospitalario en el Calixto García, de La Habana.

"Denunciamos la mala praxis. Era un cuadro del Partido (PCC) y ni un homenaje le han hecho", lamenta una persona cercana a la víctima.

Yasmany Cáceres pasó 67 días hospitalizado en el Calixto García (La Habana). El joven ingresó a pesar de la oposición del doctor Roberto V.V., que decía que no tenía nada, denunció este mismo allegado.

"Sufrimos cada minuto en ese Calixto García. Ahí vimos a Yasmany perder sus capacidades, deteriorarse día a día, convulsionar y a pesar que insistimos en que tenía algo, la respuesta de ese disque médico fue ¡Yasmany tiene trastornos psiquiátricos por reacción situacional!", recuerda.

Al poco llegó la confirmación de que Yasmany Cáceres había sufrido un tromboembolismo pulmonar. Su familia se queja de que estuvo 21 días "tirado en una cama" sin que ningún personal de rehabilitación se le acercara.

La terapia intensiva del Calixto García

Luego fue intubado, ventilado y trasladado a la terapia intensiva del Calixto, donde pasó 58 días en estado de coma "sufriendo profundas escaras".

"Fueron momentos duros, de angustia, de dolor. En ocasiones muy bien atendido por doctores (como Zenia y Arnaldo), pero otras veces no fue así.

Durante ese tiempo en terapia intensiva, la familia de Yasmany Cáceres asegura haber sido testigo de "las atrocidades que se cometen". Una de ellas es el recorte en la alimentación de los pacientes para que no defequen, añade un familiar del difunto que prefiere no ser identificado.

No les recortan la dieta del hospital sino la alimentación que llevan las familias, insiste.

"Se roban el nutrial; descaradamente te piden dinero por pasarte una foto o un vídeo de tu familiar. No revelo nombres de los pacientes que además de Yasmany sufrieron estas cosas porque en primer lugar hay que preservar la integridad del paciente, pero es triste. No se trata de dinero ni del sector (de la Salud). Se trata de la falta de humanidad con la que se está atendiendo a los pacientes", recalcó este pariente del difunto.

"Él sólo era un muchacho joven 33 añitos, militante del PCC, internacionalista, trabajador de la Salud; un cuadro del sistema de Salud cubano, dirigente... Así que qué podemos esperar para las personas comunes y corrientes de esta sociedad. Mírense en este espejo. Si tienen algún familiar enfermo, que requiera cuidados especiales, no les recomiendo la UTI (Unidad de Terapia Intensiva) del Calixto García porque desgraciadamente se cometen allí muchas atrocidades y más que nada si requiere atención del servicio de Neurocirugía del Calixto, déjense morir antes que lo maten allí", se quejó en un largo post esta misma fuente.

Además, resume lo vivido allí como muy doloroso. "Vi a muchos familiares luchar hasta lo último; sufrir; personas jóvenes perder su vida y personas mayores que tampoco merecían morir. A su memoria, a la memoria de Yasmany Cáceres Rodríguez. Tantas quejas hechas al director, por todas partes y todo tipo de familiares que quedarán en el olvido porque el médico no vio nada".

El ingreso en el Calixto

Yasmany Cáceres ingresó este 21 de mayo en el Calixto García y en Neurocirugía estaba de guardia el Dr. V. V., que lo mandó para su casa, pese a que no podía mover ni el cuerpo ni el cuello.

La hermana del difunto, Rosario Cáceres fue a quejarse a Atención a la Población del Ministerio de Salud Pública y a la Dirección del Calixto García, pero ni así consiguió que lo ingresaran.

El Dr. V. decía que Yasmany estaba enfermo de los nervios y que tenía brotes psicóticos. Sólo lo ingresaron cuando el joven entró en coma. Ya era demasiado tarde. A partir de ahí su familia fue testigo de la degradación y el deterioro de su cuerpo. Pero también de las irregularidades que se cometen en la UTI del Calixto García, donde por una parte no dejan a los familiares acercarse a ver a los suyos a través de un cristal, pero permiten la entrada de personal sanitario sin protección.

"Un día te dicen que tiene un peladito y al otro, que es una escara grado 3", añade la hermana del difunto.

"Los alimentos cuando te devuelven los pomitos del puré, te das cuenta que no le dieron el alimento. Los familiares no tienen derecho a ver al enfermo ni por un cristal por lo de la Covid y cuando subes a llevar el alimento para el paciente te das cuenta que cada 2 minutos entra cualquiera sin protección ninguna. Vi tantas cosas horrorosas", apunta la hermana de Yasmany Cáceres.

Entre esas cosas horrorosas, Rosario Cáceres cita por ejemplo, la escasez de medicinas. "En terapia me decían que no había un medicamento y cuando por la calle lo compraba a altos precios y lo llevaba ya no me lo recibían. Aquí se sabe que en el hospital no tienen medicamentos y se vende por la calle y los anuncios están en las redes así que el gobierno lo sabe", denuncia la hermana del difunto.

"Si desde que entramos con Yasmany a la sala, el Dr. V. hubiera tenido otra conducta, hoy la historia de Yasmany fuera diferente. Yasmany era jefe de una sala de rehabilitación en Artemisa porque estudió Terapia Física y Rehabilitación. Estuvo cumpliendo dos misiones en Venezuela y regresó a Cuba para tener este final. Mi madre murió hace 11 meses y ahora ha muerto mi hermano.Yo ya no tengo nada que perder", concluye Rosario Cáceres en declaraciones a CiberCuba.

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Tania Costa

(La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)


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