Florida enfrenta la ola más letal de coronavirus desde que empezó la pandemia, con las morgues de los hospitales colapsadas y las funerarias abrumadas por la cantidad de familias que diariamente acuden solicitando sus servicios.
“Fue una de las cosas más devastadoras que he visto”, dijo Wayne Bright, director de una funeraria en la que fue testigo del drama de una familia que planeaba el funeral de una mujer fallecida por COVID-19.
En medio de los preparativos, la madre de la mujer fallecida también murió por coronavirus. Una tía se hizo cargo del doble funeral, pero también falleció dos semanas después, contagiada por el virus, relató Bright este domingo a Telemundo 51, confesando que la situación es tal que, la semana pasada, él mismo tuvo que hacerse cargo del funeral de uno de sus amigos más cercanos.
Los hospitales han tenido que alquilar camiones refrigerados para colocar cadáveres, informó este medio que hace responsable a la variante delta del coronavirus, más contagiosa, del desastre que se está viviendo en el Estado del Sol, que ya sobrepasa los 46 mil fallecidos desde que comenzó la pandemia, según The New York Times.
“Aunque la tasa de vacunación en Florida es ligeramente más elevada que la tasa nacional, el estado tiene una proporción grande de ancianos, que son especialmente vulnerables al virus, una vibrante escena de fiestas y un gobernador republicano que ha adoptado una dura oposición a los requerimientos de mascarillas y las vacunas y contra el cierres de negocios”, consideró el citado medio.
Las cifras son angustiosas. Mientras que, a finales de junio, Florida reportaba unas 23 muertes diarias, a mediados de agosto los números se disparaban hasta las 244 muertes diarias, superando incluso el pico del verano de 2020, en el que se llegaron a alcanzar 227 fallecimientos en un día.
A diferencia de entonces, ahora los hospitales se han visto inundados por pacientes que no se habían vacunado. Para el doctor Héctor Bonilla, especialista en enfermedades infecciones en la Universidad de Stanford, este dato tiene una lectura positiva: los efectos de la vacunación se están notando, a pesar de lo contagiosas y letales que son las nuevas cepas y variantes del virus.
En las últimas dos semanas, el número de personas en hospitales de Florida con coronavirus ha caído de más de 17,000 a 14,200 el viernes, lo que señala que el brote está amainando gracias a la vacunación y sus efectos en la propagación.
Sin embargo, frente a estos indicadores y lecturas, la realidad es que Florida está en crisis debido al incremento en las hospitalizaciones y muertes por COVID-19. Según Telemundo 51, en Florida Central, ya no hay espacio para más cadáveres, por lo que 14 morgues portátiles han sido solicitadas por las autoridades.
Florida hizo un activo esfuerzo temprano para vacunar a sus ancianos. Pero el médico Kartik Cherabuddi, profesor de enfermedades infecciosas en la Universidad de Florida, dijo que el número de personas que no se ha vacunado sigue siendo alto, dada la población de adultos mayores en Florida, de 4,6 millones.
“Incluso 10% es un número muy elevado y entonces la gente que vive con ellos y está en contacto con ellos no está vacunada”, dijo Cherabuddi. “Con la delta, las cosas se diseminan muy rápidamente”.
A finales de julio, Florida se convirtió nuevamente en epicentro de la pandemia en Estados Unidos, con las mayores cifras de contagios y muertes desde que el virus comenzó a azotar el país.
“Estamos extremadamente preocupados por esta nueva ola de casos de COVID en Miami-Dade. Los números son muy claros: la gran mayoría de los que terminan en el hospital debido al COVID no están vacunados”, dijo entonces la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, quien recientemente perdió a su padre, víctima del coronavirus.
En la primera semana de agosto, Florida volvía a romper su récord diario de hospitalizaciones por coronavirus, reportando el miércoles 4 la cantidad de 12,408 nuevos ingresos en sus hospitales, debido a la expansión de la variante Delta.
El número de hospitalizaciones por coronavirus en ese momento representaba el 22,56 por ciento del total de camas disponibles en el estado, según el Departamento de Salud y de Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), que recoge datos de 232 centros médicos.
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