La Suprema Corte de Justicia de México (SCJN) legalizó este martes el aborto en una decisión histórica votada por unanimidad por los ministros en pleno, en un país donde la interrupción del embarazo es actualmente ilegal en casi todos los estados que lo integran.
La SCJN declaró este martes que es inconstitucional criminalizar a las mujeres gestantes que abortan durante la primera etapa de su embarazo.
"Al haberse alcanzado una mayoría que supera los ocho votos, las razones de la Corte obligan a todas y todos los jueces de México; tanto federales como locales", expuso la SCJN en un comunicado.
"A partir de ahora, al resolver casos futuros, deberán considerar que son inconstitucionales las normas penales de las entidades federativas que criminalicen el aborto de manera absoluta", agregó.
El presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, aseguró que en lo adelante “no se podrá procesar a mujer alguna que aborte en los supuestos considerados por este tribunal”.
Añadió que esta decisión es una “nueva ruta de libertad, claridad, dignidad y respeto y un gran paso en la lucha histórica por la igualdad y el ejercicio de sus derechos”.
Con este dictamen de la SCJN se abre un camino expedito para la interrupción voluntaria del embarazo, una práctica muy desigual en todo el país, donde solo cuatro estados, de los 32 que conforma la federación mexicana, han legislado una ley sobre este tema.
En el resto de las entidades mexicanas se manejan con normas restrictivas que apenas contemplan los riesgos para la madre, las malformaciones del feto y los casos de violación como causas no punibles para abortar.
Los ministros de la Corte estuvieron debatiendo durante dos días las acciones de inconstitucionalidad que llegaban desde los estados de Coahuila y Sinaloa, entidades con leyes muy severas en contra de la interrupción de embarazos. Incluso, con penas de cárcel de uno a tres años.
La decisión de la SCJN se basó en el derecho de la autonomía de la mujer para decidir sobre la maternidad, más allá de otros conceptos sobre la vida prenatal.
“Hablar de una idea de la vida sobrepasa el Derecho y un Tribunal Constitucional no puede sustentar sus decisiones en apreciaciones particulares y subjetivas, sino universales”, apuntó en este debate la ministra Margarita Ríos Farjat.
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