El humorista cubano Limay Blanco compartió una petición en sus redes sociales en la que nuevamente acude a la solidaridad de personas generosas para que le donen valproato de sodio, un medicamento para la epilepsia que necesita una adolescente.
Según un video que publicó en su muro de Facebook, la enferma es una jovencita a quien las convulsiones y los temblores no la dejan ni siquiera levantarse de la cama, a pesar de que se esfuerza todo lo posible y de que su madre trata de ayudarla.
Visiblemente afectado con el caso, el popular actor señaló que su teléfono está lleno de pedidos de cubanos que requieren medicinas, y dijo que aunque él quiere ayudarlos, siente impotencia de no poder hacer más por ellos.
"Ojalá tuviera más. Yo vi ese video, yo tengo hijos, yo valproato de sodio no tengo. Ustedes no se imaginan la cantidad de personas que me están pidiendo a mí valproato de sodio, es decir, que todo el que me está pidiendo está pasando por eso que está pasando esa mamá con esa niña", dijo entre lágrimas.
Limay lamentó que todos los días la gente le solicita un medicamento distinto.
"Tengo mi teléfono lleno de videos de abuelitos con escaras, no los puedo poner, eso no lo puedo poner. Y tengo que pedírtelo a ti, eres es el único que me responde, para que no escribas nada ahí que no tenga que ver con esto. Si puedes ayudar con valproato de sodio, ayuda", demandó.
En otro video, el humorista mostró la entrada de su vivienda en La Habana y pidió que nadie entrara a su portal sin autorización, porque hay un riesgo de contagiar el coronavirus. También dijo que todo el que precise un medicamento le escriba por WhatsApp, no por Messenger.
En la sección de comentarios de su post, Limay se mostró agobiado por la carga de trabajo que implica sacar adelante la labor que realiza, una misión para la que a veces siente que no tiene fuerzas suficientes.
"Yo no sé por qué Dios me escogió a mi para esta obra, yo me estoy cogiendo muy a fondo cada caso y son muchos. Yo creo que Dios necesita un soldado más fuerte para esta misión. Yo no puedo, no tengo fuerzas, no avanzo nada, no puedo dormir, ya mi vida no es mi vida, yo ya casi ni veo a mi familia y vive aquí conmigo. Mi esposa con los medicamentos y yo con los casos, no tenemos un segundo, porque suena el teléfono y es alguien que necesita algo urgente para su hijo o para su papá", dijo Limay en la sección de comentarios de su post.
"Jesús, si tú estas leyendo esto solo te pido con todo mi corazón que me des fuerzas y herramientas para seguir esta linda obra de ayudar al prójimo, pero no puedo finalizar esto sin preguntarte: 'Jesús, ¿tú estas seguro que yo soy el indicado para esta misión?'", añadió.
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