La curadora de arte Claudia Genlui habló en Las mañanas de CiberCuba sobre la exposición virtual Arte en Resistencia y la necesitad de conectar entre cubanos en solidaridad con los presos políticos
Sobre la muestra que formó parte del Oslo Freedom Forum, la historiadora de arte aseveró que “el arte funciona como una herramienta que se resiste a morir…a pesar de la ignorancia en la que el Gobierno se esfuerza todo el tiempo por mantener a la sociedad civil cubana”.
Por tanto, agregó que Arte en Resistencia pretende narrar “cómo va siendo nuestra realidad” con la que, precisó, el “Gobierno cubano tiene una desconexión muy grande”.
Partiendo de las obras de Luis Manuel Oero Alcántara Causa Número 1, Mil maneras de morir accidentado, Naturaleza muerta: convirtiendo la violencia en arte y la serie Puertas, la exposición “narra un poco lo que de alguna manera vivimos todos los cubanos y es esa construcción de lo irreal que el Gobierno utiliza para para condenarte”.
Otros artistas involucrados son Amaury Pacheco, Yasser Castellanos, Afrika Reina y Katherine Bisquet quienes desde la poesía, las Artes Plásticas y escénicas, así como la música incorporan distintas miradas, lenguajes y maneras de cuestionar la violencia desde el arte.
El objetivo es transformar la violencia de la que ha sido víctima el artista en arte e ir abriendo puertas y caminos para el cambio; “un cambio que para nosotros representa la esperanza… la posibilidad de alcanzar la libertad… de alcanzar un poco de paz”, agregó la artista.
Otro aspecto importante de la exposición es que brinda una plataforma a artistas marginados en Cuba para mostrar su obra. “Los artistas del movimiento San Isidro son artistas que el Gobierno ha tratado todo el tiempo de excluir, ha tratado todo el tiempo de aislar y, por lo tanto, los lugares para exponer los lugares para mostrar su obra son cada día más reducidos”, precisó Genlui.
Para ejemplificarlo, mencionóo que las autoridades han llegado al extremo de prohibirles usar la casa del artista como galería. En Damas No. 955 radicó en su momento el Museo de la Disidencia y la sede del Movimiento San Isidro. Sin embargo, la última vez que Otero Alcántara hizo una muestra allí, su casa fue allanada ilegalmente y sus obras destruidas por la Seguridad del Estado.
En estos momentos, el artista se encuentra en prisión por su activismo cívico y protagoniza el décimo día de una huelga de hambre -la tercera en lo que va de año. El Movimiento San Isidro ha convocado a un ayuno voluntario al que se han sumado una veintena de cubanos en solidaridad, incluida la curadora.
“El ayuno nos da la posibilidad de abstraernos, reflexionar y sentirnos conectados en un mismo deseo en una misma idea, por todas esas personas que ahora mismo están sufriendo”, dijo Genlui.
El móvil del ayuno es mostrar empatía a quienes atraviesan por momentos difíciles a consecuencia de la represión. Esa conexión y esa solidaridad no es solo porque hay personas que "están encarceladas, sino también porque otros están poniendo su cuerpo en extremo, están a punto de dar la vida. Fue la manera que encontramos de conectarnos”, concluyó.
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