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Así recibieron en Matanzas a peloteros cubanos que regresaron de México

Una crónica del Periódico Girón se esforzó en darle un tono épico y de alegría a la bienvenida organizada para el pelotero, pero las escenas quedaron plasmadas como estampas de un abatimiento moral difícil de describir para la prensa oficialista.

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Este artículo es de hace 2 años

Una crónica del recibimiento prodigado al pelotero Naykel Cruz, integrante del equipo Cuba en el Mundial Sub-23, dejó ver el dilema que representa para los medios oficialistas reseñar acontecimientos como los vividos por los 12 peloteros que volvieron a Cuba, mientras otros 12 compañeros suyos tomaban la decisión de abandonar el equipo y no regresar a la isla.

El zurdo llegó a Matanzas este domingo y se encontró la sorpresa de un recibimiento organizado por su novia, Rosaine Sánchez, al que se unieron los vecinos y amigos del lanzador que fue elegido MVP en su juego contra República Dominicana.

La crónica del evento, realizada por el Periódico Girón, intentó centrarse en la festividad y poner en valor el patriotismo del jugador, pero quedó teñida de una melancolía y un desconcierto que reflejan lo difícil que se hace para los cronistas de estos medios lidiar con una realidad inmersa en un proceso de cambio que se lleva por delante los paradigmas y el discurso oficial del régimen cubano.

“Sería media mañana cuando una bandera cubana colgaba desde un cordel sobre la calle 268 del reparto La Jarcia de esta ciudad de Matanzas. Junto a la enseña nacional pendían dos globos con el número 21, el dorsal de Naykel Cruz, joven promesa del béisbol cubano”, comenzó la crónica.

Lo que nunca imaginó su novia mientras montaba el recibimiento, fue “que tantos vecinos y amigos del deportista quisieran presentarle sus respetos y admiración, hasta convertirse en una actividad casi multitudinaria”.

Allí también estaba la abuela del pitcher, Ramona Díaz, quien –con lágrimas en los ojos- describió a su nieto como “un pelotero de verdad” que nunca ha fallado a sus entrenamientos. “Su vida es la pelota y jugar en Cuba”, dijo la anciana.

Nerviosa, la novia siguió el recorrido de Cruz hablando con él constantemente por teléfono. “Imagínate, somos novios desde hace seis años, sus victorias y derrotas son las mías también. Su sueño siempre fue integrar el equipo Cuba”, le contó al periodista. “Cómo te tiene ese mulato”, le dijo jacarandosa una vecina desde su balcón.

“Ese chamaquito es bueno”, consideró un vecino del jugador. “Viene por la calzada de Tirry”, advirtió Sánchez a la decena de amigos y vecinos agrupados al principio de la cuadra para recibir al joven lanzador.

Finalmente, llegaron los dos autos de Taxicuba en el que viajaban Naykel y el receptor Andrys Pérez, otro matancero que integró el equipo Cuba sub-23 y cuya familia lo esperaba en Guanábana, un poblado a poco más de siete kilómetros de la capital provincial. Ambos han sido llamados a integrar la escuadra cubana que participará en los Juegos Panamericanos Junior de Colombia.

Aplausos, fotos, besos y abrazos entre los presentes. Naykel buscó a su abuela y a su novia con la vista. “Una vecina le lee una décima desde un balcón. El joven logra recuperarse de las emociones de la bienvenida y asegura que durante el torneo se sintió bastante bien”. Salió a darlo todo e hizo un buen papel; sin embargo, cierto aire de tristeza recorre la crónica de su recibimiento.

“Fue muy difícil el torneo. Para nadie es un secreto que nuestro equipo llegó en condiciones de discutir el campeonato… pero nada, tuvimos que sobreponernos a esas cosas, unirnos más los muchachos que quedamos, y dar el máximo”, declaró el jugador, refiriéndose al abandono protagonizado por la mitad del equipo.

El Periódico Girón se esforzó en darle un tono épico y de alegría a la bienvenida organizada para el pelotero, pero las escenas descritas en su crónica quedaron plasmadas como estampas de un abatimiento moral difícil de describir para una prensa oficialista habituada a tratar estos temas con grandes aspavientos patrióticos y revolucionarios de otros tiempos.

La humillación sufrida por las autoridades deportivas y políticas del país por el abandono de media escuadra -síntoma de la descomposición del régimen que se respira en todos los ámbitos y a todos los niveles-, va más allá de los habituales recursos poéticos que convierten "reveses en victorias", y se adentra en un terreno de juego cuyo libro de estilo ignora la prensa oficialista.

La gente agradeció la entrega de Naykel en la crónica del Periódico Girón. “Nuevamente retumban los aplausos en la barriada de la Jarcia. Varios de los allí reunidos portan con orgullo camisas con el número 21, porque Naykel Cruz ya es leyenda y un auténtico campeón”.

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