El Ministerio de Economía y Planificación de Cuba (MEP) aprobó en Ciego de Ávila la creación de cuatro micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), las cuales se suman a la ya existente Media Luna, industria procesadora de néctares y jugos.
El semanario Invasor también incluye en la lista a las iniciativas privadas La Ceiba, Jucar, la Finca San José y a Típico Id&Ed, a las cuales se dota de personalidad jurídica, en un supuesto avance que permite la autogestión de materias primas y las producciones. Sin embargo, la población de la central provincia manifiesta en redes sociales su preocupación ante los compromisos ideológicos que deben asumir los dueños y creadores de dichas empresas.
La decisión del gobierno cubano busca reanimar la decadente economía local en medio de una crisis agravada por la pandemia del coronavirus y una extendida inconformidad popular.
Rolando Macías Cárdenas, coordinador de Agroindustrial La Ceiba, comentó sobre las dificultades del proceso. Igualmente refirió las principales virtudes de su iniciativa, que ya fue un Proyecto de Desarrollo Local dedicado a la exportación de carbón vegetal.
A través de ese renglón obtuvieron la divisa para invertir en líneas de procesamiento de frutas y viandas, para cuadruplicar los actuales volúmenes.
En tanto Jucar pretende realizar trabajos informáticos. De manera específica dedicarán sus esfuerzos a la producción de softwares, sistemas operativos, aplicaciones informáticas, bases de datos y páginas web.
Por su parte, los creadores de Típico Id&Ed, en el municipio de Morón, desarrollarán “servicios de restaurante, bar, cafetería, banquetes, sala de fiesta, parrillada, café-restaurante, cibercafé (servicio de Internet gratuito), venta de alimentos y bebidas a domicilio, heladería, pizzería, merenderos y venta de artesanías”, refirió Invasor.
La Finca San José también recibió autorización del gobierno. Su titular, Osvaldo Rodríguez López, afirmó que su principal motivación para pasar de trabajador por cuenta propia a pequeña empresa está en la posibilidad, aún lejana, de sortear las trabas que persisten para el sector cuentapropista, sobre todo en el acceso a materias primas y la contratación.
La burocracia propia de estos procesos en Cuba, implica que, hasta la fecha todavía no cuenten con el beneplácito de la Dirección de Economía y Planificación de Ciego de Ávila tres proyectos más. Uno en el sector de la construcción, otro para el transporte de carga y un tercero enfocado en la producción y comercialización de carnes.
Desde que Fidel Castro asumió el poder en enero de 1959 los cubanos perdieron el derecho a tener negocios propios. Casi 63 años después, a inicios de agosto de 2021, el régimen anunció el decreto sobre las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas.
La ley dictamina la imposibilidad de abogados, ingenieros, arquitectos y periodistas para constituir MIPYMES. Así mismo dispone que los dueños de las empresas solo podrán desarrollar actividades de importación y exportación a través de una empresa estatal. Una nueva medida que disfraza de libertad el control asfixiante del estado sobre la economía nacional.
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