Hordas del régimen cubano rodean la casa y hostigan al activista Yunior García Aguilera para impedirle salir a las 3:00 pm, cuando había anunciado que iniciaría una marcha en solitario con una rosa blanca para pedir el fin de la violencia de Estado en la isla.
Reportes en Twitter señalan que los agentes de la Seguridad del Estado han cerrado la cuadra del artista y le está negando el acceso a los propios vecinos de la zona.
Asimismo, que turbas afines al gobierno fueron llevadas hasta allí en ómnibus para realizar un acto de repudio frente al edificio del dramaturgo y activista, fundador de la plataforma Archipiélago y uno de los promotores de la Marcha Pacífica por el Cambio del 15 de noviembre (15N).
"Desde las inmediaciones del domicilio de Yunior García llegan estas imágenes... los agentes de la Seguridad del Estado niegan el acceso a los propios vecinos de la zona, mientras la turba traída en ómnibus realiza un acto de repudio frente al edificio!!", señala un post del activista por los derechos humanos Mag Jorge Castro.
En el acto de repudio, decenas de personas cantan canciones a favor del régimen cubano en la entrada del edificio, que además permanece custodiado por agentes encubiertos vestidos de civil.
Asimismo, los agentes colgaron banderas cubanas en los balcones del edificio y muestran carteles hacia la casa del activista, quien ha pedido una Cuba sin odios, y para todos los habitantes del país independientemente de su ideología.
Sin embargo, llama la atención que todos los vecinos del edificio tienen las ventanas cerradas, mientras la inconsulta fiesta gubernamental se desarrolla.
La periodista Lisandra Andrés Cots, del canal aliado del régimen cubano Telesur, celebró en sus redes que cuando dieron las 3:00 pm las turbas cantaron el himno nacional cubano frente a la residencia.
Yunior había anunciado que saldría a las 3:00 pm con una rosa blanca a caminar La Habana en señal de protesta contra la violencia y por la liberación de los presos políticos en la isla, en especial de todos los jóvenes detenidos en las protestas del 11 de julio.
El dramaturgo había denunciado en la mañana que agentes de la Seguridad del Estado expulsaron a gritos, amenazas y golpes a periodistas acreditados que se acercaron a su vivienda para entrevistarlo sobre la marcha convocada para el 15N.
También confirmó que su casa amaneció sitiada de agentes vestidos de civil haciéndose pasar por pueblo y que había carros en todas las esquinas y grupos de respuesta rápida en el paso de escalera de su edificio, en el barrio La Coronela.
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