El Reino Unido reivindicó este jueves el derecho de los cubanos a protestar pacíficamente y se mostró especialmente preocupado por el "uso de las detenciones y del sistema penal" para restringir la libertad de expresión de los ciudadanos.
“Todo el mundo en Cuba debería tener el derecho a protestar pacíficamente. Y nos inquietan particularmente las detenciones y el uso del sistema penal como instrumentos para restringir la libertad de expresión en el país”, declaró una portavoz de Downing Street, la oficina del primer ministro británico, a la agencia de noticias EFE.
El Gobierno británico, añadió la portavoz, ha seguido transmitiendo su preocupación en privado a las autoridades cubanas en Londres y La Habana, así como también de manera pública.
La reacción llega después de que la protesta convocada por varias organizaciones cívicas para el 15 de noviembre para exigir un cambio político en Cuba finalmente no tuviese seguimiento.
Los convocantes atribuyeron el fracaso de la iniciativa a la intensa campaña de interrogatorios, amenazas de cárcel y actos de repudio (intimidaciones colectivas con gritos y amenazas similares a escraches) llevada a cabo por las autoridades en los días anteriores.
La semana pasada, en días previos a la marcha del 15N, el representante del Partido Nacional de Escocia y miembro del Parlamento Británico, Stewart McDonald, presentó ante este órgano legislativo una moción en favor de la Marcha Cívica por el Cambio que la plataforma Archipiélago convocó para el 15 de noviembre.
El texto, publicado en la página oficial del Parlamento del Reino Unido, refiere que “el gobierno cubano ha negado hasta ahora el derecho de los ciudadanos a protestar pacíficamente y sigue deteniendo y encarcelando a quienes protestaron pacíficamente el 11 de julio de 2021”.
Esta semana, el gobierno cubano mostró su peor cara con un gigantesco despliegue policial y militar para impedir la anunciada Marcha Cívica por el Cambio.
El 15N las calles de La Habana fueron intensamente patrulladas por policías uniformados o vestidos de civil.
Un día antes, el dramaturgo Yunior García Aguilera -uno de los principales organizadores de la protesta pacífica- había quedado encerrado en su casa con las turbas oficiales gritando frente a su puerta.
El excesivo despliegue policial y represivo que ha desatado el régimen cubano no solo ha afectado a quienes este lunes fueron víctimas de actos de repudio, sufrieron el corte del servicio de acceso a internet o resultaron arrestados al intentar salir a la calle.
Sin embargo, el cancillar cubano Bruno Rodríguez se permitió declarar a la agencia Associated Press que nada de eso había ocurrido y que el 15N había sido "un día festivo".
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