“Cada vez que entro a La Güinera, solo se me ocurre pensar en Patria, en Revolución, en gente buena, en gente humilde, colaboradora, y amantísima de la Revolución y de Fidel”, afirmó este domingo Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido Comunista de Cuba en La Habana, durante la inauguración de un centro cultural en el reparto La Güinera; reportó el diario oficialista Tribuna de La Habana.
La Güinera, situada en el municipio habanero de Arroyo Naranjo, fue uno de los territorios donde mayor represión se registró en Cuba entre los días 11, 12 y 13 de julio de este año, con motivo de las protestas antigubernamentales. Allí murió, el día 12, casi de forma inmediata, el manifestante de 36 años de edad Diuvis Laurencio Tejeda, por causa de un disparo de un policía, que le comprometió un pulmón y el corazón.
A pesar de que Laurencio Tejeda estaba desarmado y fue baleado por la espalda, la Fiscalía de Cuba consideró que el oficial de la Policía Nacional Revolucionaria que lo asesinó, el subteniente Yoennis Pelegrín Hernández, actuó en “en legítima defensa”, ante supuestas "provocaciones y amenazas" de los manifestantes, y lo exoneró de responsabilidad.
Además, el Ministerio del Interior, ya había intentado difamar al joven, alegando que era un delincuente, cuando difundió la nota oficial sobre su fallecimiento. Una versión que fue desmentida por familiares y vecinos, así como por el expediente de fase preparatoria de los encarcelados por protestar en La Güinera en esos días, al cual Diario de Cuba tuvo acceso.
También Yorlandis Pérez Sánchez, Rubén Pérez Aldana y Yoel Misael Fuentes García, aunque no perdieron la vida, sufrieron heridas por disparos de armas de fuego en La Güinera. El último de los tres, en ese momento, tenía apenas 16 años de edad y, en el hospital, fue sometido a amenazas por las autoridades cubanas.
Como consecuencia de la represión en La Güinera, al menos 160 personas fueron privadas de libertad y muchas de ellas han sido acusadas de sedición, un delito contra la Seguridad del Estado, por el cual la fiscalía está pidiendo sentencias de entre 13 y 30 años de cárcel.
La visita de Torrer Iríbar a La Güinera, en compañía de Reinaldo García Zapata, Gobernador de la capital, y otros dirigentes locales, para inaugurar un centro cultural llamado "El Triángulo", forma parte de una campaña política populista que el régimen emprendió a las pocas semanas del estallido social por los barrios más empobrecidos y marginados de La Habana donde se registraron levantamientos.
Ya en el mes de agosto, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez realizó un recorrido por este reparto junto con seguidores del régimen y sus escoltas y declaró que les habían querido "robar el barrio", aunque él no reside en el mismo. Y, con motivo de su presencia, se llevaron adelante una serie de acciones que intentaban mejorar las condiciones de vida de la población: se asfaltaron calles, se repararon puentes y redes hidráulicas y sanitarias y se legalizaron viviendas, entre otras.
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