El gobierno de la ciudad de Holguín reguló los precios para el transporte por tracción animal en el sector privado.
"Lo más importante es satisfacer las necesidades del pueblo y los transportistas, así como velar por el cumplimiento de las tarifas de precios", declaró a la prensa estatal Esmeraldo Fajardo Benoit, director municipal de transporte en Holguín.
El control de los precios lo realizarán los inspectores estatales y de otras entidades regulatorias, aseguró el periódico Ahora, que además publicó los teléfonos 24-461401 o 24-423890 para que la población exprese sus preocupaciones.
El gobierno anunció también que los precios para el transporte nacional, intermunicipal y local de pasajeros en camiones, vehículos ligeros y motos por parte del sector por cuenta propia "aún se encuentra en proceso de análisis".
Tras el anuncio, en las redes sociales los lectores de Ahora comentaron la medida y dejaron claras sus insatisfacciones con los nuevos precios.
"Con tan genial idea de nuestros servidores públicos con toda certeza médicos, ingenieros, abogados y todo universitario que se respete debe de ir pensando en comprar un coche y pa'lante, que otros pagan", dijo un usuario de la red social.
"Me imagino al cochero dando vuelto, ¿le prestarán una caja registradora? Hay que ser más coherentes, señores", expresó otra persona.
"Holguín se sigue dando la nota. ¿Son cubanos de a pie los que analizaron y aprobaron tal situación?", se preguntó un lector de la prensa oficialista.
Con la Tarea Ordenamiento, vigente en Cuba desde hace un año, se dejó de subsidiar la gran mayoría de los productos y servicios estatales, lo que generó un incremento en el precio de los productos y una inflación en el mercado informal.
A pesar de las advertencias que se hizo a la medida desde la prensa no oficial, adoptada en medio de la peor crisis sanitaria y económica que vive la isla, las autoridades de Cuba decidieron continuar con una medida que desprotegió considerablemente a los ciudadanos y recrudeció el desabastecimiento y la falta de diversidad en productos y servicios.
Aunque el discurso oficial dice que hará todo lo posible por revertir la situación, hasta el momento no se aplican medidas efectivas que ayuden a disminuir el costo que tiene vivir en Cuba, donde los ciudadanos pagan más dinero por comprar lo mismo e incluso con menor calidad.
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