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Economista Pedro Monreal señala que la inflación es la mayor prueba del fracaso del ordenamiento

"Relativizarla o escudarse en la ‘complejidad’, indica carencia de autocrítica y la esperanza de evadir un análisis razonado. [Quienes] prefieren no tomar en serio las superficialidades que se escuchan ahora sobre la inflación, lo hacen para no contribuir a la difusión del discurso contradictorio que intenta imponerse en forma de propaganda", indicó.

El economista Pedro Monreal y listado de precios recientes de productos cárnicos © Twitter / Pedro Monreal
El economista Pedro Monreal y listado de precios recientes de productos cárnicos Foto © Twitter / Pedro Monreal

Este artículo es de hace 2 años

El economista cubano Pedro Monreal se sumó al grupo de expertos que consideran improbable que el gobierno pueda cumplir para el próximo año el objetivo controlar la inflación, a la que señaló como la mayor prueba del fracaso del ordenamiento.

“La inflación es probablemente el dato que mejor sintetiza el fracaso -en múltiples dimensiones- del ‘ordenamiento’. Relativizarla o escudarse en la ‘complejidad’, indica carencia de autocrítica y la esperanza de evadir un análisis razonado”, declaró este sábado Monreal a través de sus redes sociales.

El ordenamiento económico de Cuba y la unificación monetaria –políticas emprendidas bajo el nombre de Tarea Ordenamiento-, han fracasado de manera evidente, a pesar de que el ministro de economía Alejandro Gil Fernández se empeñe en negarlo y se niegue a reconocer el impacto que esta ha tenido en el aumento de la inflación en el país. "La inflación en Cuba será superior a la subida de salarios y pensiones", vaticinó en febrero el prestigioso economista Carmelo Mesa-Lago.

“Debido a la agudización del bloqueo, al enfrentamiento a la COVID-19 y a la crisis económica internacional a la que esta ha conllevado, esto [el aumento de la inflación] iba a suceder con o sin Tarea Ordenamiento. Todos estos elementos estarían presentes de cualquier manera. Eran inevitables”, aseguró a mediados de diciembre Gil Fernández, durante su intervención en el III Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC).

Tras meses de silencio en la prensa oficialista en torno a la llamada “tarea ordenamiento”, las declaraciones de Gil Fernández en el cónclave comunista -y posteriores, frente a los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP)- vienen a confirmar que el régimen cubano echa mano de su maquinaria propagandística para no tener que lidiar con la incómoda realidad y las consecuencias de su fracaso.

“Cuando economistas que antes participaron en debates prefieren ahora no tomar en serio las superficialidades que se escuchan sobre la inflación, lo hacen para no contribuir a la difusión del discurso contradictorio que intenta imponerse en forma de propaganda”, añadió el economista Pedro Monreal.

Una vez celebrado el “éxito” de su implementación durante el VIII Congreso del PCC, la Tarea Ordenamiento desapareció del radar de los medios oficialistas cubanos, justo cuando más empezaron a preocupar a los cubanos los efectos de una unificación monetaria que no fue tal, sino que acentuó las distorsiones de la dualidad monetaria, la pérdida de poder del peso cubano (CUP), el encarecimiento de bienes y servicios; y una inflación generalizada, galopante en el caso del mercado informal.

“Parece mentira que una apuesta personal del tándem Castro/Díaz-Canel, elevada a los altares por argumentos como su necesidad, urgencia, oportunidad y un sinfín de epítetos ideológicos, ha acabado siendo olvidada, enterrada y lo que es peor, desatendida ante los ojos sorprendidos de los cubanos”, manifestó el economista Elías Amor a finales de septiembre.

El estallido social del 11J puso patas arriba la dirección económica del país, acentuado el miedo, consideró Amor. Según su análisis, “los observatorios sociales del régimen ya venían apuntando a un aumento de los niveles de malestar social provocados por una inflación de tres dígitos (consecuencia de la Tarea Ordenamiento) que erosiona el poder adquisitivo de cualquier renta salarial o no salarial”.

Para el economista radicado en España, resulta sorprendente que el gobierno no haya salido a dar explicaciones de una de las inflaciones más descontroladas del mundo, sobre todo porque su origen no está en la demanda, sino en la insuficiente oferta.

Desde su perspectiva, si no se realizan ajustes responsables, la economía cubana continuará durante 2022 “inmersa en un círculo vicioso de expansión monetaria sin el crecimiento de la oferta de bienes y servicios, lo que disminuirá el valor de la moneda nacional más aún, reducirá la competitividad externa de la economía y alejará cualquier escenario de crecimiento a corto plazo, porque la inflación latente lo hará imposible”.

Recordando las rectificaciones iniciales que se realizaron en la Tarea Ordenamiento por la presión de la opinión pública, Amor consideró que ese reflejo inicial de “marcha atrás” se pudo interpretar como algo positivo que pretendía dar respuesta a las protestas de los sectores afectados por los aumentos de tarifas y precios. Pero no fue así.

“Persistió el régimen porque había que llegar al congreso de mayo con los deberes hechos, y aquí tenemos el resultado. Una economía desfallecida -sin capacidad para crecer con sus propias fuerzas internas-, desequilibrada y carente de una dirección estratégica eficiente. El fracaso de la Tarea Ordenamiento se queda corto a la vista de este resultado”, sentenció.

La inflación, aseguró, exigirá en algún momento la adopción de políticas restrictivas. En este escenario, las expectativas de los agentes económicos se reducen (también la inversión extranjera) porque descartan nuevas alzas de los precios en las principales actividades productivas. Si la expansión fiscal del gasto no se somete a un severo control para frenar la continua inyección de liquidez en la economía, aumentará más aún la inflación.

"El fracaso del 'ordenamiento' -por incumplimiento de su propósito de mejorar el bienestar- se enfrenta a una encrucijada de credibilidad: divulgar la inflación desacredita las “bien pensadas” medidas. Decir que no es medible, desacredita la capacidad técnica de los planificadores", criticó Monreal a mediados de octubre.

"Con devaluación de 2,300 por ciento del peso, poca capacidad de oferta, subida de salarios y fin de subsidios, la inflación se convierte en 'el' indicador de monitoreo y evaluación de política económica. Es poco serio aparecerse ahora con que no hay cifras porque se complejiza su medición", consideró, haciendo referencia al informe presentado por el ministro Gil Fernández en el que aseguró que el país aspira a un "crecimiento moderado del Producto Interno Bruto (PIB) este 2021 del 2.2 por ciento", una cifra que elevó recientemente al 4% ante los legisladores de la ANPP.

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Iván León

Licenciado en periodismo. Máster en Diplomacia y RR.II. por la Escuela Diplomática de Madrid. Máster en RR.II. e Integración Europea por la UAB.


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