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Padre cubano de niño con autismo pide ayuda para conseguir diazepam

Ernesto Almaguer Díaz relató que hace un año que está yendo a la farmacia y siempre le dicen que no hay. Y tampoco han podido conseguirlo pagándolo a sobreprecio en el mercado informal.

Ernesto Díaz Almaguer © Captura de video de YouTube de CubaNet
Ernesto Díaz Almaguer Foto © Captura de video de YouTube de CubaNet

Este artículo es de hace 2 años

Un cubano cuyo hijo de nueve años padece autismo, está pidiendo ayuda en Internet para encontrar diazepam, un medicamento que requiere el niño y que está ausente desde hace meses de la red de farmacias del país.

Ernesto Almaguer Díaz, residente en Holguín, relató que ni él ni su esposa han podido conseguir el fármaco ni siquiera pagándolo a sobreprecio en el mercado informal.

“Yo tengo un niño que con casi dos años fue diagnosticado con autismo y un retraso mental moderado. Él toma risperidona y para contrarrestar los efectos de este fármaco debe consumir diazepam”, declaró al portal independiente CubaNet.

Almaguer Díaz estima que hace aproximadamente un año que está yendo a la farmacia y siempre le responden lo mismo: no hay.

"Las pocas veces que ha entrado el medicamento ha sido a un nivel muy inferior que no satisface la demanda", precisó.

El atribulado padre, que labora como trabajador social, explicó que sin el diazepam su niño empeora, porque padece de falta de sueño y no le disminuye la ansiedad. Solo cuentan con la risperidona, un antipsicótico, pero si le dan dosis muy altas entonces el pequeño comienza a autoagredirse.

Ante la prolongada escasez del medicamento, Almaguer Díaz ha tenido que acudir varias veces a las redes sociales.

Gracias a la solidaridad de personas como el humorista Limay Blanco, que desarrolla una gran labor de asistencia a personas necesitadas, y de otros cubanos que se encuentran fuera del país, ha podido acceder al fármaco.

Pero esas donaciones, aunque han supuesto una gran tranquilidad, no garantizan el acceso regular a las medicinas que necesita su hijo.

"Sin los medicamentos necesarios se descompensa él y se descompensa la familia", concluyó.

En junio del año pasado, Almaguer Díaz pidió ayuda en Internet, en aquella ocasión para resolver la risperidona en suspensión para su niño.

En el hogar había tres frascos de reserva, pero el menor llevaba meses alterado, porque evidentemente el fármaco ya no le hacía efecto.

Pero "no hay otro", dijo el padre.

"¿Qué hago cuando a mi hijo se le acabe el medicamento? ¿Dónde puedo encontrarlo?", se preguntó el hombre con preocupación.

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