El cubano Leonardo Gil Fraga, fallecido tras ser atropellado en su moto por un auto que se dio a la fuga, envió un último mensaje a su jefa antes de irse del trabajo y perder la vida en el accidente.
Gil Fraga, de 34 años, laboraba en el hospital de Hialeah como técnico en endoscopia y además era un popular tiktoker, con más de 100 mil seguidores en su cuenta.
El pasado martes 25 de enero su jefa, Bárbara Mata, le pidió que no se quedara en el centro hasta muy tarde, a lo que él le respondió con un mensaje de voz.
"Como si tengo que estar aquí hasta las 11, tú sabes que yo mañana a las siete de la mañana estoy aquí", dijo.
Poco después, a las 9:36 pm, cuando regresaba a su casa en su moto, fue atropellado por un auto cuyo conductor se dio a la fuga y lo dejó tirado en mitad de la calle, sin preocuparse por él ni llamar a emergencias.
Otra persona llamó de inmediato al 911 y el herido fue trasladado al Jackson Memorial Hospital, donde murió.
Según reportó Univisión, hacía solo cuatro meses que Gil se había comprado la moto.
"Él tenía todo para su moto, y de verdad, la manejaba con un orgullo...", comentó Mata.
El Departamento de Policía de Hialeah publicó un video de vigilancia que permite ver el accidente, ocurrido en la intersección de LeJeune Road y la calle 21.
La grabación revela el momento en que su motocicleta impacta contra lo que se cree es una camioneta SUV de color oscuro que se disponía a doblar a la izquierda. Tras la colisión, el vehículo se detiene al principio, pero después huye por la calle 21 Este, con rumbo oeste.
Familiares y amigos del tiktoker cubano iniciaron una campaña en la plataforma digital GoFundMe para recaudar fondos para poder cubrir los gastos de su funeral.
"La familia no estaba preparada para la pérdida de este joven amoroso, amable y desinteresado. Deja atrás una familia grande, amorosa y unida que incluye a su hijo pequeño", precisa el texto de la convocatoria.
Al momento de redactar esta nota se han recolectado 40,962 dólares.
Gil Fraga llegó hace más de 10 años a Estados Unidos. Comenzó a trabajar en el Hospital de Hialeah como camillero y fue ascendiendo, primero a un puesto de transportista de pacientes y luego a técnico de endoscopia.
"En el momento en que nos enteramos de nuestra pérdida, el hospital quedó en completo silencio", dijo Shirley Adkins, directora de operaciones del centro, donde sus compañeros de trabajo y amigos celebraron una vigilia en su honor.
El joven deja un hijo de ocho años.
Los detectives creen que el carro que ocasionó la muerte del cubano debe tener el costado derecho dañado por el choque. Se ha pedido a cualquiera que tenga información del trágico suceso que llame a la línea de Alto al Crimen, al 305 471-8477
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