La librería Alma Mater de la Universidad de La Habana, ubicada en la céntrica esquina de Infanta y San Lázaro, reabrió sus puertas el domingo tras más de un año cerrada por problemas estructurales en el edificio en que se encuentra.
El inmueble, que dejó de dar servicios en enero de 2021 tras sufrir una rotura en las cañerías, fue sometido a un proceso de restauración capital.
Amanda García Roche, directora del sello Editorial UH, al que pertenece la librería, explicó que las obras de reparación estuvieron a cargo de la propia universidad.
"Alma Mater será una librería especializada, que tendrá como función principal difundir el conocimiento científico, particularmente el que genera la casa de altos estudios a través de la promoción y comercialización de obras de su principal sello Editorial UH, del trabajo de sus profesores e investigadores publicados en otras editoriales cubanas y de publicaciones de editoriales homólogas", detalló.
La librería ofrece un catálogo de 186 títulos y 36 números de revistas de más de 22 sellos editoriales como Editorial UH, Imagen Contemporánea, el Fondo Casa de las Américas, Ediciones ICAIC, la Empresa Editorial José Martí y la Editorial Universitaria Félix Varela, entre otros.
Según García Roche, la instalación será también un espacio de divulgación cultural que albergará actividades comunitarias en función de la lectura y vinculadas a la labor extensionista de la universidad.
El público podrá acceder al local de lunes a sábado, en el horario de 9:00 am a 6:30 pm, y los domingos de 9:00 am hasta las 2:30 pm.
En el acto de reapertura el doctor en ciencias José Antonio Baujin pidió realzar la condición de centro cultural que ostenta la librería.
"Presentaciones de libros se acompañarán de una oferta variada de charlas, talleres y cursos, exposiciones como la magnífica muestra de carteles de poemas de Wichy Noguera con diseño tipográfico, debido a la labor docente de profesores y estudiantes del Instituto Superior de Diseño de la casa de altos estudios", precisó.
La Alma Mater estuvo funcionando hasta antes de la pandemia. En ella se vendían libros, se imprimían documentos, se impartían cursos de fotografía y contaba con una sala de navegación.
En mayo de 2021 un reportaje de la revista oficialista El Caimán Barbudo denunció el estado deplorable que presentaba, debido a una rotura en las cañerías del viejo edificio que aloja el centro, que provocó que un río de agua fétida saliera por debajo de la puerta hacia la acera y la calle, donde inundaba todo el pavimento.
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