La policía rusa detuvo el miércoles por la noche a una anciana superviviente del nazismo por salir a la calle a protestar contra la invasión a Ucrania.
Elena Osipova, de 78 años, fue detenida por la policía en pleno centro de San Petersburgo por portar carteles en los que pedía la paz y la destrucción de los arsenales nucleares en todo el mundo.
Al menos siete policías antidisturbios con cascos y chalecos protectores fueron necesarios para trasladar a la mujer, que se negaba a moverse del lugar.
Elena, pintora de profesión, fue obligada a caminar hacia un furgón que la llevó a su casa, informó la dirección general del Ministerio del Interior para San Petersburgo al diario Bumaga.
Decenas de manifestantes que estaban cerca de la pensionada, que en ningún momento soltó sus carteles, en los que se podía leer la frase "La simpática Ucrania rechazó en el acto las armas nucleares, mientras que en Rusia no se han dado de baja los vehículos con ojivas nucleares desde la guerra de Vietnam".
De esa forma la señora hacía alusión así al Tratado de Budapest de 1994, donde Rusia y Ucrania firmaron la integridad territorial de este último país a cambio de deshacerse de todas las armas de destrucción masiva acumuladas desde que formaba parte de la antigua Unión Soviética.
Hasta el momento no se conoce si si se abrirá un procedimiento sancionador contra la señora, que ya se manifestó contra la guerra el pasado 27 de febrero.
Junto a ella, fueron arrestados otras 284 personas que protestaban contra la agresión militar rusa a Ucrania.
Según el diario español El País, hasta el momento desde el inicio de la invasión las autoridades rusas han detenido a 7,626 personas que condenan la invasión.
El martes pasado la policía rusa arrestó a cinco niños de entre 7 y 11 años por manifestarse pacíficamente en contra de la invasión a Ucrania.
Los menores fueron con sus madres a poner flores frente a la embajada ucraniana en Moscú y a pedir el cese de la guerra con carteles pintados por ellos mismos, cuando fueron detenidos y trasladados a un cuartel.
Los niños permanecieron en la estación durante varias horas antes de ser liberados por la noche.
Las imágenes de los cinco niños en un calabozo con los carteles en las manos se viralizaron y generaron gran rechazo.
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