Los hermanos cubanos Reinaldo González y Enrique Méndez llegaron hace poco meses a Miami en una balsa, huyendo de la represión a la que fueron sometidos desde que se unieron a las protestas del 11 de julio en Camagüey, y bajo el temor de enfrentar allí una posible pena de cárcel.
Los hermanos están en busca de asilo político en Estados Unidos y, desde que llegaron, se han mantenido en silencio por miedo a ser deportados.
Reinaldo contó a Telemundo que poco después de ver las manifestaciones que estaban ocurriendo en diferentes ciudades de la isla, él, su hermano y otros amigos y vecinos crearon un grupo de WhatsApp para coordinarse y salir también a pedir libertad.
Lograron reunirse unas 15 personas y salir caminando rumbo a la plaza Ignacio Agramonte; en el trayecto se fueron sumando más de forma espontánea. Al llegar a la plaza fueron agredidos físicamente por defensores del régimen y arrestados por agentes de la Seguridad del Estado.
"Nos fueron para arriba y nos dieron golpes. Me partieron las costillas y la cara la tenía súper inflamada", contó González.
"Éramos un grupito de personas y empezó a unirse la gente", dijo Méndez. "Trabajadores del INDER, de Salud Pública, de Educación, de Cultura salieron con tubos y palos en la mano a darle golpes a las personas que se estaban manifestando, mandados por el presidente de Cuba, el dictador".
Estuvieron en un calabozo durante cinco días, y luego siete meses de prisión domiciliaria en espera de una sentencia por su participación en las protestas. También fueron intimidados y sometidos a interrogatorios en los que les preguntaban una y otra vez quiénes les habían pagado para que se manifestaran.
Ante la desesperación, decidieron arriesgarse y partir en una embarcación improvisada hacia Florida. Salieron desde Ciego de Ávila y llegaron a Biscayne 28 horas después. Ahora están a la espera del asilo político.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (1)Archivado en: