La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) no se ha enterado de la escasez de alimentos que padece el pueblo de Cuba, porque no se cansa de elogiar al régimen castrista por sus políticas en materia de alimentación.
Marcelo Resende, representante de la FAO en la Isla, dijo que el gobierno cubano promueve transformaciones de los sistemas agroalimentarios, pero se le olvidó que el pueblo prácticamente debe hacer magia para conseguir qué poner a la mesa cada día.
Ressende, quien asistió a la 37 Conferencia Regional para América Latina y el Caribe que se celebra en Ecuador, ensalzó los programas aprobados por el gobierno para una supuesta "descentralización" de las políticas agropecuarias, sin mencionar que la población apenas subsiste en medio de mercados desabastecidos y con precios exorbitados, y con la mayoría de los alimentos vendiéndose en moneda libremente convertible (MLC).
Al intervenir en el evento, el ministro de la agricultura cubano, Ydael Pérez Brito, presentó el Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional de Cuba, que según el dirigente se centra en los cuatro pilares de la FAO: mejor producción, mejor nutrición, mejor cambio climático y una vida mejor para todas las personas.
No es la primera vez que la agencia de Naciones Unidas muestra públicamente su respaldo al gobierno de Cuba.
En octubre de 2002, con motivo del Día Mundial de la Alimentación, lo felicitó por sus transformaciones en materia de abastecimiento. "En el país no hay hambre", dijo entonces.
En 2019, el propio director general de la FAO reconoció "el compromiso" del gobierno cubano con "la erradicación del hambre y la malnutrición", y así se lo agradeció al canciller Bruno Rodríguez.
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