Agentes de la Patrulla Fronteriza en el Sector del Valle del Río Grande (Texas) advirtieron de la presencia de animales salvajes en el desierto que podrían poner en peligro la vida de los migrantes.
Una alerta de las autoridades en Facebook asegura que "los migrantes que intentan eludir los puestos de control de la patrulla fronteriza se enfrentan a encuentros con animales salvajes".
Asimismo, posteó una imagen de un guatemalteco con una mordedura de serpiente, el cual fue encontrado en el desierto de Falfurrias, en Texas.
"Los agentes solicitaron una ambulancia y el hombre fue transportado a un hospital local", explicaron.
El desierto de Falfurrias, el cual los migrantes atraviesas para evitar a las autoridades, es considerado la "segunda frontera" entre México y Estados Unidos "que es más mortal que la frontera real".
Uno de los seguidores de la página de Facebook de la Patrulla Fronteriza recordó que es temporada de apareamiento de la serpiente la de cascabel, especialmente en el sur de Texas, que además es hogar de 15 especies de serpientes peligrosas.
Esta "segunda frontera", es un corredor creado por un puesto de control de la Patrulla Fronteriza (USBP, por su sigla en inglés) y se extiende por varios kilómetros después de pasar la frontera real entre México y EE.UU.
Al menos 642 inmigrantes indocumentados murieron allí entre 2009 y 2010. Por esa zona del condado de Brooks, al sur de Texas, cruzan algunos mexicanos pero la mayoría suelen ser guatemaltecos, hondureños y salvadoreños.
Asimismo, el desierto está plagado de serpientes, escorpiones y otros animales que aguantan sus intensas temperaturas de hasta 45 grados en verano.
La patrulla fronteriza ha visto crecer el flujo de indocumentados en los puntos fronterizos en los últimos meses.
Si bien continúan llegando centroamericanos en gran número, también se ha incrementado la presencia de migrantes cubanos por la zona, y por la región de Piedras Negras, donde se arriesgan a cruzar el peligroso río Bravo.
La entrada irregular de cubanos por la frontera sur de Estados Unidos alcanzó en marzo una cifra superior a las 32.000 personas, lo que ha puesto a la administración Biden ante el dilema de lidiar con una avalancha migratoria de la magnitud del éxodo del Mariel de 1980.
El diario The Washington Post reveló que el volumen de cubanos superó los 32.000, el doble de los 16,550 registrados por puntos fronterizos de México en febrero.
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