El gobierno de México desactivó de forma pacífica la caravana de más de 800 migrantes, entre ellos cubanos, que salió en la mañana del sábado de la ciudad de Tapachula, al sur de Chiapas, rumbo a la capital del país.
La tercera gran caravana del año, compuesta por venezolanos, cubanos y centroamericanos, abandonó la ciudad, fronteriza con Guatemala, para exigir la aceleración de los trámites y documentos migratorios que les permitan transitar la nación mexicana hacia la frontera con Estados Unidos.
Sin embargo, al llegar al primer punto de control las autoridades los esperaban con varios autobuses y les propusieron trasladarlos a un municipio, 40 kilómetros al norte de Tapachula, donde supuestamente tramitarán sus permisos migratorios el lunes.
Hugo Cuéllar, representante del Instituto Nacional de Migración (INM) en la zona, aseguró a los indocumentados que “se les va a dar el apoyo para regularizarlos”, por lo que ellos aceptaron el traslado de forma voluntaria y a pesar de las denuncias de que el organismo gubernamental está otorgando documentos sin validez, según el portal de noticias El periódico de México.
Se concrete o no la promesa, el efecto inmediato de la iniciativa del INM fue evitar que los migrantes caminaran por la carretera, destacó el medio.
Los migrantes afirman que se sienten prisioneros en la fronteriza Tapachula por la lenta tramitación de sus solicitudes de asilo, a la par de que no encuentran trabajo para mantenerse. También denuncian corrupción que demora la elaboración y entrega de los documentos.
Si bien el INM comenzó desde el pasado año a trasladar a migrantes en autobuses a otros estados para gestionar ahí sus permisos migratorios y ha ofrecido transporte para desactivar las caravanas, varias organizaciones de derechos humanos han denunciado la falta de transparencia en estos procesos.
La víspera, Luis García Villagrán, líder del Centro de Derechos Humanos “Dignificación Humana”, dijo que los migrantes estaban molestos por las demoras en los trámites y la repentina propuesta de tramitar los documentos el lunes: "Por qué no lo ofrecieron antes", cuestionó.
Otra caravana similar partió de Tapachula el pasado primero de abril, pero la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración desarticularon cuatro días después el movimiento de protesta también con la promesa de papeles.
Sin embargo, decenas de viajeros han denunciado que el INM les ha entregado documentos sin validez. Al menos 38 migrantes de diferentes nacionalidades han sido devueltos a la frontera sur de México, a pesar de contar con documentos migratorios expedidos por las autoridades migratorias del país, explicaron.
Estos migrantes ya habían tramitado con éxito Tarjetas de Visitantes por Razones Humanitarias (TVRH), Formas Migratorias Múltiples (FMM) e incluso solicitudes de refugio, pero aseguran que "las autoridades los están deteniendo en el último puesto de revisión que está en Piedras Negras, Coahuila, y los envían de regreso a Tabasco o San Luis Potosí".
Miles de cubanos transitan México actualmente. La entrada irregular de migrantes de la isla por la frontera sur de Estados Unidos alcanzó en marzo una cifra superior a las 32 mil personas, lo que ha puesto a la administración Biden ante el dilema de lidiar con una avalancha migratoria de la magnitud del éxodo del Mariel de 1980.
Aunque el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) no ha publicado aún las estadísticas oficiales sobre llegada de inmigrantes durante el pasado mes, el diario The Washington Post reveló que el volumen de cubanos superó los 32 mil, el doble de los 16,550 registrados por puntos fronterizos de México en febrero.
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