El jardinero villaclareño Idalberto Yunior Santiesteban, prospecto de la categoría juvenil en la pelota cubana, salió del país y busca firmar con una organización de Grandes Ligas tras su asentamiento en República Dominicana.
Santiesteban, de solo 17 años, "puede jugar en cualquier posición en los jardines y es un veloz corredor", además de tener excelentes condiciones físicas, asegura el reportero de beisbol Francys Romero.
Durante el Campeonato Nacional Juvenil de este año, Santiesteban fue líder de bases robadas con 11 en 12 intentos y compilaba 320, cinco extrabases, 16 boletos y solo 7 ponches, según datos dados a conocer por el periodista deportivo. A ello sumó su buen desempeño en los jardines, pues en 118 innings solo cometió un error.
En el torneo nacional anterior, en 2020, sus números estuvieron por debajo, pero esto solo es indicativo del buen prospecto que es Santiesteban y de sus capacidades para mejorar año tras año.
Según Romero, “el bateador zurdo estuvo en la élite de su categoría y fue llamado a la preselección Cuba juvenil que se concentró en Sancti Spiritus en 2021. Sin embargo, la Federación Cubana decidió no participar en el Mundial Sub-18 a celebrarse en la Florida este verano”.
El expelotero juvenil optó por seguir su carrera en el beisbol fuera de la isla, al igual que otros muchos jugadores cubanos.
El pasado marzo el receptor matancero Danell Figueroa, otra de las promesas de la pelota cubana, abandonó la isla, también con destino a República Dominicana, para intentar firmar un contrato con las Grandes Ligas.
El pelotero Miguel Camacho fue uno de los que se sumó al éxodo migratorio por Nicaragua, y aunque ya está en Estados Unidos luego de cruzar varias fronteras, el trayecto estuvo marcado por la muerte de su padre en un accidente de tránsito en el país centroamericano.
También en Estados Unidos se encuentra desde febrero último el pitcher Dayron Alpízar Duke, quien jugaba en el equipo de Artemisa, mientras que los lanzadores Yunior Tur y Yosimar Cousin llegaron a República Dominicana con la misma meta de las Grandes Ligas.
Aunque el gobierno cubano continúa desviando las culpas del éxodo de peloteros, lo cierto es que estos jóvenes, que no superan los 25 años, solo buscan un futuro mejor, para dejar atrás la precaria situación de los deportistas en el país, en un contexto donde nada parece ir a mejor.
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