Las autoridades cubanas inauguraron en Pinar del Río una planta generadora de oxígeno medicinal, con capacidad de 60 metros cúbicos por hora.
La instalación, ubicada en el Hospital General Docente Abel Santamaría Cuadrado de la ciudad cabecera, cubre la demanda del centro -el mayor de la provincia- y puede tributar a otros hospitales del territorio en situaciones de emergencia.
La planta permite llenar 12 cilindros de manera simultánea cada hora. Además, está conectada a la red de oxígeno del hospital para cubrir de forma directa los diferentes servicios.
La inversión de la construcción y el montaje fue de 3,3 millones de pesos en moneda nacional. La importación del equipamiento costó medio millón de dólares.
Pablo Díaz Fernández, inversionista del hospital Abel Santamaría Cuadrado, dijo al diario Granma que el sistema libera de impurezas el aire ambiental y concentra el gas que reciben los pacientes.
La inauguración estuvo a cargo de José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud, quien informó que esta es una de las 48 plantas generadoras de oxígeno que se instalarán en los hospitales del país.
En este momento, hay ocho funcionando y otras 12 están en diferentes etapas constructivas.
Según el funcionario, el gobierno ordenó la adquisición de este tipo de equipamiento después de la emergencia que vivió el país durante julio, agosto y septiembre del año pasado, cuando aumentaron los casos de coronavirus y la principal planta productora de oxígeno se rompió.
En abril pasado se instalaron cuatro plantas generadoras de oxígeno medicinal en hospitales de la provincia de Sancti Spíritus, donde las autoridades reconocieron que no se ha podido suministrar este insumo médico de primera necesidad a los cuerpos de guardia.
Los equipos, de origen chino, llegaron desde Venezuela como parte de un donativo de 40 que será distribuido por todo el país, y fueron conectados directamente a las unidades de terapia intensiva de los hospitales municipales de Fomento, Cabaiguán, Trinidad y Yaguajay.
La falta de oxígeno en Cuba provocó un verdadero caos en medio de la pandemia de COVID-19, y durante los meses más críticos los pacientes morían en los hospitales y centros de aislamiento por falta de este suministro vital.
Pacientes, familiares y hasta personal médico criticaron la gestión gubernamental por su incapacidad de asegurar la producción estable de oxígeno.
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