Autoridades migratorias de Cuba impidieron este miércoles que el masón José Ramón Viñas Alonso viajara a Florida, Estados Unidos, donde celebraría su cumpleaños con familiares y amigos.
Viñas Alonso, soberano gran comendador del Supremo Consejo Grado 33 para la República de Cuba del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, fue uno de los masones de la isla que criticó al mandatario Miguel Díaz-Canel por su llamado a la violencia tras las protestas del 11J.
"Me dicen que no se me permite salir del país, al preguntar y exigir a las autoridades, me dicen que ellos solo ejecutan una orden y que no pueden darme explicación", relató el cubano en su perfil de Facebook.
La medida que adoptó el gobierno contra Viñas Alonso es una estrategia que utilizan con frecuencia para impedir que opositores, activistas y periodistas independientes viajen al extranjero, amparados en el articulo 25 de la Ley de Migración vigente.
Viñas Alonso dice que se comunicó con Eloísa Valdés, la responsable del Departamento de Atención a las Instituciones Religiosas y las Asociaciones Fraternales, quien le dijo que en ese momento no sabía nada al respecto.
"Como ser humano, ciudadano y líder de la institución masónica hago saber de esta violación flagrante a mi persona y a la masoneria. Se permitió viajar al Gran Maestro y no a mí, como Soberano Gran Comendador, sin al menos una explicación. Hago saber que no tengo deuda económica alguna con el estado, ni al menos una multa de tránsito y constan limpios mis antecedentes penales", aclaró el líder de la fraternidad.
El masón cubano confesó que siente pena por los hermanos que esperaban su presencia en Estados Unidos y exigió una explicación por parte de las autoridades de la isla.
"Asumo esto como que el Gran Arquitecto del Universo (GADU) quiere que pase mi cumple con mi esposa, hijos y nieta juntos; así de simple asumo está cruel injusticia", finalizó.
José Ramón Viñas Alonso ha transmitido en reiteradas ocasiones sus opiniones sobre temas relacionados con la política, la economía o la sociedad de la isla, posición que lo vuelve incómodo para el régimen de La Habana.
Tras la invasión rusa a Ucrania, envió una carta al embajador ucraniano en La Habana en franco rechazo a la guerra iniciada por Vladimir Putin.
Como se atrevió a criticar públicamente a Díaz-Canel por la violencia desatada contra los manifestantes del 11J, fue excluido de un encuentro que tuvo lugar en La Habana con líderes religiosos.
Al conocerse la medida, otros masones manifestaron su intención de no participar porque estaban en desacuerdo con la exclusión de uno de sus hermanos.
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