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Alejandro está más Gil que nunca

El ministro de Economía devaluó 400% el peso cubano y volvió a simular que están ganando.


Este artículo es de hace 1 año

El compañero Alejandro Gil Fernández; bolitero mayor de Cuba, devaluó el peso en menos 400%, asumiendo la tasa de cambio frente al dólar estadounidense, del mercado informal, al que -irresponsablemente- ha declarado la guerra que acabará perdiendo, como todas las emprendidas desde que prometió garantizaría doce medicamentos básicos y oxígeno medicinal.

Rara vez el causante del mal; incluida la dolarización por decreto de la economía cubana, puede curar al enfermo; pero nadie podrá negarle la pertinaz insistencia en el error al tardocastrismo, que ya debe andar manipulando genéticamente a las mosquitas Aedes aegypti para que se vuelvan jorras y a sus machos en brujitos de Burubú invertidos, como método revolucionario para combatir el dengue.

¿Cuántas monedas circulan legalmente en Cuba desde la Tarea Carilda Oliver Labra? Doce extranjeras y dos nacionales, el peso y el MLC, mero apunte contable; pero que ha servido el eufemismo al gobierno de no tener que reconocer la amarga verdad del predominio de la moneda imperialista; oscuro objeto de deseo de la casta verde oliva y enguayaberada, desesperaíta por jinetear las remesas, que huele, pero no consigue tocar, para su desgracia y alegría de muchos cubanos.

La involución económica de Cuba ha sido aguda, desde que el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez proclamó la ocurrente variante de socialismo próspero y sostenible; pero el desorden gubernamental es de tal calibre que, apenas un semana después de mentir ante la Asamblea Nacional, diciendo que el PIB había crecido más de un 10%, y que el Estado no asumiría la tasa de cambio del mercado informal, el ministro de Economía, como Timba, cayó en su propia trampa; con una comparecencia, que contrastó con el realismo y prudencia de la presidenta del Banco Central (BC), Marta Sabina Wilson González.

Obviamente, la tasa de 120 pesos cubanos por un dólar estadounidense es una declaración de guerra a los operadores del mercado informal, incluso dejando margen para que ellos operan a 117x1; pero con la amenaza velada de que pueden enjuiciarlos, desatando la operación Moneda dura, que sería televisada -entre apagón y apagón- con esa minoría de pueblo hambreado, aun creyente y suicida, apoyando su propia asfixia.

Frente a la trampa del gobierno, los operadores informales deben extremar las precauciones y si tienen que parar unos días el mercado de divisas paralelo; deben hacerlo, porque la historia demuestra que -cuando a los totalitarios no les asiste la razón- optan por la represión descarnada; como viene ocurriendo desde 1959.

¿Para qué querría un cubano venderle dólares al estado? Si la divisa estadounidense ha sido convertida en moneda refugio por el desastre comunista que hunde a a la nación.

Los alabarderos del continuismo, sobre todo los reclutados por comprometimiento, al ver virales comentarios en Cubadebate y otras fuentes de intoxicación totalitaria, se han puesto líricos, asegurando que venderle al Estado es más seguro que andar por la calle con un puñado de dólares, buscando compradores; obviando que Cuba disfruta de la quinta mejor policía del mundo y que los turistas se aglomeran en aeropuertos para refugiarse en el vergel del marabú militante.

Como era previsible, el Estado no venderá divisas -hasta nuevo aviso- solo quiere sacarlas del mercado informal, dizque para reanimar la economía; asunto que provocó una precisión sensata de la presidente Wilson, advirtiendo que sin producción de bienes y servicios no habrá prosperidad ni recuperación del valor del peso cubano. Hasta Randy Alonso, matizó el desenfreno Gil, traumatizado desde la muerte de Luis A. Rodríguez López-Calleja porque ya no tiene a quien culpar de su estruendoso fracaso; como avisó recientemente Humberto Pérez González.

La medida, adelantada hace unos días, entró en vigor de un día para otro; rememorando en los mayores el cambio de moneda de 1960; pese a que un ministro de Economía debe sosegar y nunca sobresaltar al mercado; especialmente cuando administra una cárcel con hambre y oscura; pero el tardocastrismo no conoce la cordura; aunque habrá que agradecerle haya elegido el 110 cumpleaños de Virgilio Piñera; cubano que avisó del terror verde oliva, y el 170 de Claudio José Domingo Brindis de Salas Garrido, el mejor violinista cubano del siglo XIX para amenazar sobre la moneda dura y cantinflear sin miseria.

A Virgilio y a Brindis de Salas les ha salido un duro competidor, el compañero Alejandro, que alterna 100 y Aldabó con el chillido cambiario; el drama de todo psicofante es que vive en una realidad paralela; construida de fracaso en fracaso y en la que solo cree el demenciado, que viene y va muy orondo, repitiendo la consigna favorita del general de ejército: ¡Sí se puede!, arruinar a Cuba.

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Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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