Tres personas murieron y una se encuentra en estado crítico luego de ser impactadas por un rayo que cayó este jueves cerca de la Casa Blanca, residencia oficial del presidente de Estados Unidos.
Los bomberos acudieron al lugar de los hechos, en el centro del parque Lafayette, situado al norte de la Casa Blanca, y trasladaron a un hospital a las cuatro víctimas en condición crítica; posteriormente, dos de ellas murieron.
Los occisos fueron James Mueller, de 76 años, y su esposa, Donna Mueller, de 75, una pareja de Wisconsin que se hallaba de visita en Washington D.C. Luego, entrada la tarde del viernes se informó del fallecimiento de un joven de 29 años cuya identidad no fue revelada porque aún no se le había informado a sus familiares.
La cuarta víctima en el accidente permanece en estado crítico.
El portavoz del cuerpo de bomberos de la capital estadounidense, Vito Maggiolo, declaró en una conferencia de prensa que los cuatro adultos fueron encontrados poco antes de las 7 de la tarde del jueves, 4 de agosto, en una arboleda a unos 30 metros al sureste de la estatua de Andrew Jackson, de acuerdo con la información compartida por The Washington Post.
La información compartida por ese sitio reveló que el Servicio Meteorológico Nacional había emitido una advertencia de tormentas locales severas con ráfagas de viento dañinas de hasta 96 kilómetros por hora y granizos del tamaño de un cuarto.
Chris Vagasky, analista de la estación meteorológica Vaisala, que opera una red nacional de rayos, dijo se produjo un "destello de 6 rayos cerca de la Casa Blanca que golpeó el mismo punto en el suelo" a las 6:49 p.m. y añadió que eso significa que seis sobretensiones individuales de electricidad golpearon el mismo punto en el suelo en medio segundo.
A raíz del terrible suceso, el cuerpo de bomberos compartió en sus redes una serie de recomendaciones a tener en cuenta ante la gran probabilidad de nuevas tormentas eléctricas severa. Recomendó, específicamente, no situarse debajo de un árbol si la persona se halla a la intemperie, añadiendo, además, que afuera no existe lugar seguro durante una tormenta eléctrica.
De acuerdo con cifras oficiales, un promedio de 23 personas mueren anualmente en Estados Unidos por el impacto de un rayo. Nueve han fallecido por la misma causa en lo que va de 2022.
En Cuba fue noticia hace dos meses que un grupo de jóvenes había sobrevivido al impacto de un rayo que los alcanzó mientras jugaban fútbol en un municipio de Camagüey. Los ocho jóvenes víctimas de la descarga eléctrica salieron ilesos del suceso aunque uno permaneció en estado de gravedad durante un tiempo.
Expertos afirman que solo el 10% de las personas alcanzadas por un rayo muere, mientras que el resto puede presentar lesiones de distinta consideración y desarrollar grados de discapacidad para el resto de su vida.
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