El preso político cubano Luis Manuel Otero Alcántara permanece recluido en una celda de castigo en la cárcel de Guanajay, Artemisa, donde se encuentra desde hace más un año.
"Luis llamó hoy. Continúa en celda de castigo y sin posibilidad de ver el sol. Los calambres en manos y pies persisten. Su salud sigue resentida", denunció su cuenta en Twitter.
El líder del Movimiento San Isidro cumple una sanción de cinco años de privación de libertad en la cárcel de máxima seguridad de Guanajay, donde ha sido víctima de ataques y provocaciones, una táctica de la Seguridad del Estado para provocar un conflicto y agravar su situación.
La semana pasada sufrió una agresión por parte de un preso común, tras lo cual las autoridades penitenciarias lo trasladaron a él, y no a su atacante, a una celda tapiada y en solitario.
"Ha padecido dengue al igual que varios presos de su entorno y le han prohibido recibir cartas de personas amigas como Katherine Bisquet", se explicó en las redes sociales del activista político.
A finales de julio Otero Alcántara depuso una huelga de hambre que hacía como protesta por la condena que le impuso el régimen, al ser juzgado por los delitos de ultraje a los símbolos patrios, desacato, difamación de las instituciones, atentado, resistencia y desorden público.
Luisma comenzó su ayuno, el tercero en este año, el pasado 4 de julio, tras anunciar que no apelaría su sentencia para no continuar con procesos judiciales fraudulentos y sin una defensa justa, y reiterar que su única exigencia es su liberación inmediata y sin condicionamientos.
Durante este tiempo en prisión el artista independiente ha visto deteriorarse su salud. Como consecuencia de las anteriores huelgas de hambre sufrió una parálisis y una lesión en un ojo que aún padece.
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