Vecinos del municipio Contramaestre, en Santiago de Cuba, denunciaron este sábado la indolencia de las autoridades locales ante el peligro de derrumbe que amenaza a sus viviendas por la proximidad de un barranco y los frecuentes deslizamientos de tierra que provocan las lluvias.
“Mi nombre es Sandra. Hace 36 años que vivo en esta vivienda. Aquí tuve a mis hijos y los estoy criando aquí, y mira la situación que tengo, que la conocen los del gobierno, los del partido, lo saben todas las instituciones y no se han tomado interés por hacer nada aquí”, expuso la mujer ante el barranco que asoma a los pies de su vivienda.
En un video compartido a través de redes sociales, Sandra y su familia hablaron en nombre de otros vecinos también temerosos de un deslizamiento de tierra que los deje sin sus casas. Protestaron y denunciaron el abandono de las autoridades, que conocen la situación en primera persona, pero no han tomado cartas en el asunto.
“Esto sucedió anoche”, indicó Sandra, señalando hacia una nueva grieta y desprendimiento del terreno frente a su casa, que deja el barranco a apenas dos metros del portal de su vivienda.
Reconociendo su preocupación, la madre cubana afirmó ser cristiana y estar orando por ella, sus vecinos y por la compasión de los gobernantes. “Tengo un niño menor de edad y somos personas las que vivimos aquí”, dijo.
“Con dos o tres aguaceros más, mi vivienda se verá afectada gravemente. Necesito la ayuda de ustedes, que vengan a resolver los problemas. No a mirar, sino a darle solución, que ustedes son los que tienen los recursos para todo y son los únicos que pueden ayudar”, exigió la contramaestrense.
La misma situación denunció su esposo, Lucas Pérez Rosales, alertando del riesgo que corre la familia ante un posible deslizamiento de tierra. La casa, ubicada en la calle 2 nº16 del reparto La Cuba, se asoma al barranco peligrosamente y con cada aguacero la distancia se acorta.
Esta es la segunda vez que denunciamos en video el posible derrumbe de nuestra casa, aseguró el hombre, que precisó que cuatro familias más se encuentran en la misma situación, con sus viviendas en peligro por la cercanía al barranco cuyas tierras se deslizan sin contención alguna.
“Estamos esperando a ver si alguien se conduele y resuelve esta situación. No solo reclamamos la atención de las autoridades locales, sino las de toda Cuba, de la nación, que son las que pueden resolver esta situación, que son las que dicen que ‘sí se puede’”, expresó.
Se hizo eco también de la denuncia la presidenta del Comité de Defensa de la Revolución (CDR) Nº8 de la localidad, Beatriz Pantoja Inclán, quien grabó un video explicando la situación y mostrando las afectaciones en otras viviendas.
"Como presidente del CDR 8 exijo a las autoridades su preocupación y visiten nuestra comunidad con más claridad y más preocupación por los vecinos aledaños a esta dirección, frente a la Carretera Central... El derrumbe se ha incrementado y está afectando a cuatro viviendas", manifestó Pantoja Inclán reclamando a las autoridades su intervención.
Por su parte, Jorge Cervantes García, vecino de la localidad se solidarizó con las familias en peligro real de derrumbe, y denunció “los oídos sordos de las autoridades”.
“Aquí vino Karel, jefe de la construcción o del Poder Popular en Contramaestre. Se presentó tres veces con diferentes comisiones”, denunció el vecino solidario, asegurando que el funcionario prometió fondos para la obra a largo plazo y camiones con tierra para rellenar el hoyo a corto plazo.
Cervantes García se refirió a Karel Vázquez López, coordinador de Programas y Objetivos en el Consejo de la Administración Municipal de Contramaestre. Según señaló, este funcionario no solo hizo falsas promesas, sino que lo acusó de corrupto. Ante el abandono por parte de las autoridades locales, el vecino también apeló al gobierno de Miguel Díaz-Canel para solucionar el tema.
"Nuestra solidaridad con el hermano pueblo de Bolivia y su Presidente Evo Morales ante el desastre natural ocurrido", escribió Díaz-Canel en su cuenta de Twitter tras los deslizamientos de tierra que en 2019 dejaron al menos 14 fallecidos en el departamento de La Paz.
“Yo no duermo. Estoy muy nerviosa. Cada vez que llueve es un estrés tremendo. Yo no sé que va a ser de mí, ya no aguanto más. Por favor, ayúdennos, dennos auxilio porque estamos desesperados”, clamó Sandra, una madre cubana que, en sus 36 años viviendo en su casa de Contramaestre, sabe que durante los meses de lluvia llegan a caer en el municipio en torno a los 100 mm/m2 de precipitaciones de promedio.
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