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Cuba podría tardar varios días en reconectar el Sistema Electroenergético Nacional

El SEN es como una soga; por un lado tiran las termoeléctricas y, por la otra punta, hala la demanda nacional pero, si en ese equilibrio, el sistema pierde, de súbito, una gran capacidad generadora, se descompensa y hace saltar las protecciones automáticas que sacan a las centrales de servicio.

Líneas eléctricas de alta tensión en Cuba © Prensa Latina
Líneas eléctricas de alta tensión en Cuba Foto © Prensa Latina

Este artículo es de hace 1 año

Cuba podría tardar varios días en restablecer su Sistema Electroenergético Nacional (SEN), pero la tardanza no implica que vaya a estar totalmente a oscuras durante ese tiempo, porque la reconexión será gradual y habrá zonas con luz y apagadas, explicó a CiberCuba un ingeniero eléctrico jubilado que pidió ser identificado como Leonardo Valdés.

Después del paso del ciclón, primero hay que reparar el origen del corte; luego, empezar a calentar calderas, subir carga, e ir incorporando todas las unidades termoeléctricas cubanas al SEN.

Dicho así parece fácil, pero los ciclones derriban torres, cortan líneas de alta, media y baja tensiones, y todo esas averías deben repararse, una vez que se retiran escombros y elementos dañados y luego se empiezan a sincronizar -lentamente- las termoeléctricas, aumentando suavemente las cargas de demanda de las redes, como establece el manual de trabajo.

No todo el sistema va a estar sin energía las 24 horas. Las primeras unidades termoeléctricas, que se puedan calentar y subir presión, irán entrando al SEN, pero al no disponer de todas las centrales conectadas, habrá que ir priorizando circuitos, aclaró.

Para recuperar a Cuba del apagón total, deben irse incorporando, poco a poco, barrios, pueblos y ciudades, en la medida en que vayan incorporándose termoeléctricas al SEN.

Arrancar de nuevo un bloque termoelectrico requiere mover las bombas de combustibles, las de agua, los ventiladores, etc. ¿Y de dónde van a sacar la energía electrica, si no hay?

En esta función, los grupos electrógenos serían cruciales, pero como se rompieron por sobre explotación, no existe esa posibilidad, remarcó.

Los fallos totales del sistema se generan en las grandes líneas de transmisión de la energía eléctrica; como las de 220 kilovoltios (Kv) de salida de las termoeléctricas, nunca en redes secundarias, especificó.

Ante un huracán, deben desconectarse las termoeléctricas y aquellas líneas que puedan ser afectadas; circunstancia que parece no ocurrió esta vez, al producirse un total blackout por una avería, que arrastró al SEN, opinó.

¿Qué pasó, incumplieron el protocolo de desconexión gradual para proteger al SEN? Evidentemente, hubo negligencia; algunos compañeros no hicieron su trabajo correctamente, apuntó.

La Unión Nacional Eléctrica (UNE) ofreció dos versiones al explicar que el apagón completo de la isla se debió a "un desbalance de potencia", que provocó la "caída total" del sistema eléctrico nacional.

El desequilibrio se debió al "exceso de generación en la zona occidental", donde seguían activas las centrales termoeléctricas, pese a que había un apagón general en las provincias de Pinar del Río y La Habana, y déficit de generación en la zonas centro y oriental de Cuba, detalló.

Pero la propia UNE confirmó la tesis de Valdés al asegurar que: "a las 17:24 del día 27 de septiembre se produjo el disparo, por condiciones climatológicas, de una de las dos líneas de transmisión de Guiteras 220 kV – Matanzas 220 kV, por consecuencia de un cable protector partido".

Es decir, no se habían desconectado las centrales ni protegidas las líneas de alta tensión ante la llegada de un huracán, como establecen las normas del Ministerio de Energía y Minas de Cuba.

Para que ocurra un fallo total del sistema debe producirse una salida o corte abrupto en la red, pues cuando viene un ciclón, deben desconectarse -previa y gradualmente- líneas de alta tensión y centrales generadoras, para evitar lo que llamamos efecto soga, explicó Valdés.

El SEN es como una soga; por un lado tiran las termoeléctricas y, por la otra punta, hala la demanda nacional pero, si en ese equilibrio, el sistema pierde, de súbito, una gran capacidad generadora, se descompensa y hace saltar las protecciones automáticas que sacan a las centrales de servicio.

La primera vez que afrontamos un fallo total del sistema, fue en los años 70, que produjo un gran caos en el Despacho Nacional de Carga (DNC), ubicado en el edificio de Carlos III, desde donde se dirige y controla todo el sistema eléctrico cubano, recordó.

En aquella ocasión, el total blackout se produjo en una de las líneas de salida de la termoeléctrica del Mariel; donde una fábrica de cemento genera polución, polvo que se deposita en los cables de 220 Kv que -unido a lluvias y humedad- generó un corte de energía y la central, de súbito, salió del sistema eléctrico.

Desde entonces, se estableció hacer limpiezas sistemáticas programadas de las líneas de transmisión eléctricas nacionales y que, tras un evento meteorológico, inspeccionar, revisar y limpiar las redes, antes de sincronizar con el SEN, las termoeléctricas desconectadas previamente, como establece el manual de operaciones, concluyó.

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Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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