Dos ciudadanos panameños fueron condenados este miércoles a 22 años de prisión por los delitos de robo agravado y violación sexual agravada, en perjuicio de cinco migrantes cubanos.
La condena, impuesta por el Tribunal de Juicio Comarcal de Darién, recae sobre los hermanos Riquelme y Rodolfo Flaco a los que la fiscalía regional acusó de delitos de haber robado a cinco migrantes cubanos y violado a una mujer que viajaba en dicho grupo.
El hecho ocurrió el 12 de enero de 2021, en el camino que conduce entre Bajo Chiquito y Nuevo Vigía, en la Comarca Emberá Wounaan, indicaron en un comunicado las autoridades judiciales de la República de Panamá, que no precisaron la composición del grupo ni la identidad de las víctimas.
En tal fecha, los migrantes cubanos fueron interceptados por los hermanos Flaco quienes, “mediante violencia e intimidación los despojaron de sus pertenencias y perpetraron el delito de abuso sexual en perjuicio de una de las migrantes”.
Pasado más de un año de los hechos, la investigación del fiscal Coordinador de Juicio Oral, José David Sánchez, “logró acreditar la responsabilidad penal de los sentenciados a través de pruebas testimoniales, periciales y documentales”.
Evaluadas por el Tribunal de Juicio Comarcal de Darién, las pruebas fueron consideradas como elementos de importancia para la imposición de la pena. Además, como pena accesoria, se les impuso a los hermanos Flaco la inhabilitación para ejercer funciones públicas por el término de dos años.
No son pocas las denuncias de abusos cometidos en los últimos años contra migrantes cubanos en su ruta hacia la frontera sur de Estados Unidos. Muchas veces los abusos son cometidos por traficantes de personas, pero en ocasiones también por las propias autoridades de los países que atraviesan en su recorrido.
En 2017, el director ejecutivo de Cáritas Panamá denunció la violación de los derechos humanos de emigrantes cubanos que ingresaban en este país tras haber cruzado el peligroso paso de la Selva del Darién.
Un año antes, en un caso que provocó la repulsa de la comunidad cubana e internacional, dos emigrantes cubanos que se encontraban en la ciudad de Turbo, Colombia, fueron víctimas de otros dos sujetos de origen colombiano, quienes los asesinaron en un acto cruel e indigno.
Los colombianos Johan Estiven Carreazo Asprilla y Carlos Emilio Ibargüen Palacio también violaron a Edelvis Martínez Aguilar, una joven cubana que viajaba con su novio, Liober Santos Corria.
El novio, que logró escapar con vida, presentó una denuncia que permitió la captura de los sujetos, nombrados, a quien un juez acaba de enviar a la cárcel. Las víctimas eran de La Habana y habían salido de su país tres meses de los hechos, ingresando en Colombia a través de la frontera con Venezuela.
Los hechos ocurrieron en la ciénaga de Matuntugo, en el Golfo de Urabá, donde los dos cubanos fueron asesinados con arma blanca cuando pretendían llegar a Panamá por el Tapón del Darién, para continuar su camino que tenía como destino final Estados Unidos.
Santos Corria, de 33 años, relató a la Fiscalía que viajaba en compañía de su novia y de un amigo, guiados por dos de los "coyotes" que, a cambio de ayudarlos a cruzar la frontera panameña, le cobraron 1.500 dólares a cada uno.
En el último año, y tras agudizarse la crisis migratoria cubana, el gobierno de Panamá decidió reforzar a finales de septiembre la zona fronteriza de la Selva del Darién, tras confirmar la entrada a ese país centroamericano de 134,178 migrantes en lo que va de año.
Un informe del gobierno de Panamá señaló que hasta julio de 2022 habían cruzado alrededor de 30 mil migrantes más que en igual fecha del 2021, lo que representaba un aumento del 43%.
Entre enero y julio de este año el cruce de migrantes por la selva del Darién creció en un 43%, con los cubanos como tercera nacionalidad con mayor presencia en la zona, después de venezolanos y haitianos.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: