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Yordenis Ugás: “Los que sufren el monstruo siempre tendrán la última palabra”

El boxeador considera que el llamado “cambio fraude” es un término vacío y supone “hablar de algo que no está, y solo sirve para dividirnos, para pelearnos, para acusarnos y debilitarnos sin sentido”.

Yordenis Ugás © Instagram / Yordenis Ugás
Yordenis Ugás Foto © Instagram / Yordenis Ugás

Este artículo es de hace 1 año

El boxeador cubano Yordenis Ugás considera que la polémica entre el exilio en torno al llamado “cambio fraude” solo sirve para dividir y que, en definitiva, “los que sufren el monstruo siempre tendrán la última palabra”.

“Estamos en el exilio y sentimos y nos entristece lo que pasa en Cuba con nuestros hermanos, pero lo que la sienten cada día son los que viven en Cuba, los que viven allá adentro”, precisó el púgil antillano en un post de Facebook.

Para Ugás, el llamado “cambio fraude”, que se refiere a un supuesto acercamiento entre la actual Administración de EE. UU. y el régimen de La Habana ignorando las aspiraciones de democracia de la sociedad civil cubana, es un término vacío y supone “hablar de algo que no está, y solo sirve para dividirnos, para pelearnos, para acusarnos y debilitarnos sin sentido”.

El destacado deportista profesional estima que “la dictadura cubana, nunca se ha sentado hablar, ni ha insinuado, ni ha pensado hacerlo, ni con Juan, ni con Pedro, ni con Pablo”, por lo que no tiene sentido desgastarse con este asunto.

El boxeador entiende que la unidad entre la oposición cubana está por delante de cualquier polémica y lo ilustra con una anécdota de la historia de los próceres de la independencia.

“Cuando hablo de esto, siempre me viene a la mente, la gran historia de La guerra de independencia, cuando Agramonte reto a duelo a Céspedes, y Céspedes que era mayor, le dijo que lo pospusieran para cuando terminará la guerra. Puso la patria por delante de un ego dolido que tenía Agramonte por una historia que había pasado en una fábrica de zapato y una ayuda que le apareció a su familia que vivía pobre en New York”, relata Ugás.

El púgil cubano aspira a que sus compatriotas actúen, más allá de cualquier bando o reducción partidista, y poniendo por delante la causa común.

“Te hablo yo con humildad, que no soy de ningún bando, ni de ningún partido. Cómo exilio, siempre con nuestras diferencias, tenemos que priorizar nuestra lucha y dejar esos temas que nos desgastan tanto”, concluye.

El pasado domingo, Ugás participó en la manifestación que el exilio cubano realizó frente al restaurante Versailles de Miami, en apoyo a las recientes protestas en varias localidades de La Habana y otras provincias del país, exigiendo al régimen solución al colapso del sistema eléctrico.

El boxeador compartió en sus redes sociales imágenes de la manifestación y sus motivaciones para asistir a ella, asegurando que su presencia era una forma no solo de apoyar a sus hermanos en la isla sino también de demostrar que es una persona libre.

“Éramos bastantes, pero deberíamos ser más, los cubanos del exilio tenemos que dejar la apatía y egoísmo y tener más empatía con nuestra situación. Sobre Cuba. Si el pueblo cubano se decide, la libertad de ellos está más cerca que nunca. Esa dictadura sin moral estará solamente hasta que el pueblo quiera. Dios, Patria Vida y Libertad”, escribió en su perfil de Instagram.

Un día antes, Ugás llamó, en una publicación de Facebook, al vocero oficialista Humberto López una cucaracha indigna que se pone en el noticiero a desprestigiar a personas por el solo hecho de pensar diferente.

En julio, el boxeador dijo estar seguro de que antes o después “el pueblo cubano volverá a salir a las calles” para manifestarse contra el régimen porque el sistema opresivo e ineficiente que rige en la isla no hay quien lo aguante.

La predicción de Ugás no estuvo desencaminada, pues, durante el verano, los cubanos han salido a protestar contra los constantes apagones y por prosperidad económica y mayores libertades.

Por sus posicionamientos, este destacado deportista cubano ha sido blanco habitual de críticas y difamaciones por parte del aparato propagandístico del régimen cubano.

En abril, Milagros Hernández Hechavarría, madre del boxeador, tuvo que salir al paso a los ataques racistas de la televisión cubana contra su hijo, tras su derrota en la pelea contra el estadounidense Errol Spence.

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