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Francia conjura la maldición de los campeones

Les Bleus se vieron perdiendo muy temprano, pero reaccionaron con una rebelión demoledora.

Olivier Giroud © Twitter / @FIFAWorldCup
Olivier Giroud Foto © Twitter / @FIFAWorldCup

Este artículo es de hace 1 año

Viniendo de atrás en la pizarra, Francia conjuró con goles el maleficio que acompaña a los campeones del mundo en ejercicio y dispuso 4x1 de una Australia que se atrevió a plantarle cara sin complejos.

Solo habían transcurrido nueve minutos en el césped de Al Janoub y ya la monarca de Rusia 2018 vio asomarse a su ventana los fantasmas. Hasta el azar obró en su contra, primero porque Lucas Hernández se lesionó y perdió la marca de Mathew Leckie, y después porque el centro de este se desvió en la bota de Adrien Rabiot y dejó la mesa servida para el implacable remate de Craig Goodwin.

Para colmo, la desgracia pudo acentuarse muy poco después con un despeje erróneo que quedó para el disparo desde la frontal de Mitchell Duke, cuyo trallazo pasó a milímetros del poste.

A esa hora las redes sociales recordaban que los monarcas no debutaban con victoria desde 2006 (Brasil 1-Croacia 0), y venía a la mente de todos el flojo desempeño francés en Nations League, con solamente un triunfo en seis salidas.

Los memoriosos, además, sacaban a relucir que el equipo sufrió de lo lindo hace cuatro años contra la propia Australia, en desafío que estuvo igualado hasta el minuto 81.

Pero no todos los días David puede con Goliat, de modo que Les Bleus se sacudieron la modorra con carácter, asumiendo la ventaja en el score sobre la base de su superioridad individual y colectiva.

A saber, Rabiot logró el empate al '27 con un cabezazo a centro de Theo Hernández, que había entrado como suplente de su hermano; y al '32 apareció nuevamente Rabiot con un obsequio al veterano Olivier Giroud, quien solo tuvo que empujar la esférica hasta el fondo de las redes.

Dicho sea de paso, Giroud -que llegó a la titularidad por la lesión de Karim Benzema- ya no se irá sin goles de esta cita universal, algo que sí le sucedió hace cuatro años. Con 36 años y 53 días, se convirtió en el goleador de Les Bleus más veterano en la historia de la Copa, superando al legendario Zinedine Zidane (34 años y 16 días frente a Italia en 2006).

A partir de ese momento Francia fue dueña y señora del partido, amenazó constantemente y Kylian Mbappé se dio el lujo de malgastar una oportunidad espléndida a pase de Antoine Griezmann. 11 disparos al arco dan fe de la ofensiva desatada por los hombres de Didier Deschamps, que de todas maneras entraron en pánico en el tiempo añadido de la primera parte con un balón que Jackson Irvine mandó al palo.

Los tiros de gracia cayeron en el complementario. Mbappé ('68) y otra vez Giroud ('71) ampliaron la ventaja con sendos testarazos, y las redes ya no volvieron a hablar de maldiciones y esas cosas. Otro aparte para Giroud: con esta diana llegó a 51 con la casaca nacional y alcanzó al hasta ahora líder solitario, Thierry Henry.

Al resonar el último pitazo del encuentro, Francia había recuperado enteros en los vaticinios de cara a la conquista del trofeo. Más allá de sus bajas por lesión (Benzema, N'Golo Kanté, Paul Pogba...), quedó claro que el equipo tiene fondo de armario suficiente para ganar el título por segunda vez consecutiva y emular a Brasil, que lo hizo en 1958 y 1962. De momento, este sábado le tocará lidiar contra su bestia negra, Dinamarca.

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Michel Contreras

Periodista de CiberCuba especializado en béisbol, fútbol y ajedrez.


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