Un grupo de cubanos, mayoritariamente jóvenes, rindieron homenaje en la tarde de este lunes de manera independiente al recientemente fallecido trovador Pablo Milanés en el parque de 21 y H, en la barriada habanera de El Vedado, pese a las presiones de las autoridades.
La convocatoria, que fue difundida a través de las redes sociales para las 3 de la tarde hora de Cuba, logró aglutinar a decenas de seguidores de Pablo, muchos de ellos activistas, intelectuales y miembros de la sociedad civil.
Según una de las asistentes al encuentro, que pidió no revelar su identidad, el homenaje trató de ser frustrado por la Seguridad del Estado, que primero trató de desinformar difundiendo rumores de que había sido suspendido o trasladado al Pabellón Cuba.
Además, funcionarios de la UNEAC fueron enviados al parque para persuadir a los asistentes de que no podían estar en el lugar sin permiso institucional y un camión con policías estuvo todo el tiempo cerca del lugar.
Pese a las presiones, el homenaje pudo tener lugar y los que se congregaron en el lugar cantaron canciones del trovador y recordaron su vida y trayectoria.
El evento, de acuerdo al testimonio llegado a CiberCuba, fue cubierto por periodistas de la agencia Reuters, presumiblemente una de las razones por lo que no terminó por se reprimido.
Este martes, familiares de Pablo abrieron un libro de condolencias en el estudio del músico en La Habana, donde los cubanos podrán despedirse del trovador que interpretó el sentir de varias generaciones.
Alejandro Gutiérrez, esposo y manager de la hija de Pablo Haydée Milanés, informó en su página de Facebook que el libro estará abierto el "día de hoy a partir de las dos de la tarde" en su estudio de grabación ubicado en Calle 11 entre J e I, en el Vedado.
El trovador, fallecido el lunes a los 79 años en un hospital de Madrid donde se mantuvo internado por las últimas dos semanas, se había distanciado de la institucionalidad del régimen, y se mantuvo por casi tres años sin viajar a la isla, hasta que en junio pasado se reencontró con su público en uno de sus más emotivos conciertos en La Habana.
Tal distanciamiento comenzó en la década de los 90 en Cuba con fuertes críticas de Pablo al régimen de La Habana a medida que comprobaba su naturaleza totalitaria y antidemocrática.
En abril de 2003 se negó a firmar una carta de importantes artistas e intelectuales cubanos que dieron su respaldo a la represión desatada por el régimen de Fidel Castro contra el movimiento de oposición pacífica interno, a la vez que se fusilaron a tres jóvenes que intentaron robarse una lancha para escapar de la isla.
Más recientemente se declaró en defensa de los manifestantes del 11 de julio de 2021 en Cuba y el pasado septiembre figuró entre los artistas e intelectuales cubanos que suscribieron un manifiesto pidiendo cambios en el país "dentro de un espíritu de soberanía, inclusión y respeto al ser humano".
La noticia de su fallecimiento trascendió al final de la noche del lunes (ya madrugada del martes en España) a través de familiares y amigos cercanos, y horas después fue confirmada por un comunicado de su oficina de representación artística.
Con la muerte de Pablo, Cuba y la música iberoamericana pierden a una de sus figuras más emblemáticas.
En redes sociales han sido publicadas profundas muestras de dolor desde Cuba y las más diversas latitudes donde la música de Pablo Milanés dejó una huella y un sentimiento inolvidables entre millones de admiradores.
Los cubanos exiliados en Miami también rendirán homenaje al cantautor mañana miércoles, con una vigilia cantora en el malecón de la Ermita de la Caridad del Cobre.
También en Madrid los seguidores de Pablo Milanés podrán rendirle tributo en la capilla ardiente que se realizará en la Casa de América en la capital española el 23 de noviembre. Al momento de su muerte el músico se encontraba hospitalizado en un hospital de la ciudad.
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