Las familias albergadas a causa del incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas, en agosto pasado, continúan sin una solución a su problema de vivienda a cuatro meses del siniestro que cobró la vida de 17 personas.
Según contó Dayneris Leyva Maqueira a Radio y Televisión Martí, ella y su familia lo perdieron todo en el incendio y desde entonces se alojan en el albergue La Jaiba, en la ciudad de Matanzas, en críticas condiciones.
Leyva señaló que la atención de las autoridades fue constante durante la primera semana en el albergue, pero después de eso se desentendieron de su caso.
“Hasta el sol de hoy, nadie nos da una información, nadie nos dice nada. No tenemos ni una colcha para taparnos, y ya está entrando el frío", denunció.
Aunque el estado les compró algunos equipos electrodomésticos y les aseguró que tendrían todo mejor que antes, los han dejado desamparados.
"Ahí no va nadie, a nada, ni a preguntar cómo estamos. Cuando hay que votar o hay que hacer algo sí, enseguida van, y nos llevan las papeletas. Pero a preocuparse por nosotros no ha ido más nadie", afirmó.
Sin embargo, la cubana no dejó de referirse a las falsas noticias esparcidas por los medios oficialistas de que les habían entregado ya una casa.
Leyva contó que TV Yurumí, el canal local, dijo que les habían entregado una vivienda pero ella escribió y desmintió el hecho, argumentado que todavía se encontraba en un albergue.
El testimonio de Leyva a Martí Noticias reveló que ocho familias perdieron total o parcialmente sus casas y ahora viven “en pequeños cuarticos continuos” que “están divididos, un bañito y un cuartico y una mesetica, afirmó.
"Llevamos tres meses en ese albergue de La Jaiba, sin agua, todo contaminado; los apagones, terribles. Tuve que comprar un saco de carbón para poder darle la comida a mis hijos, porque el fogón de gas no me lo han dado, ni la balita", expresó la mujer.
En el lugar donde se ven obligados a vivir, los damnificados por el siniestro también enfrentan problemas con el abastecimiento de agua.
De acuerdo con el testimonio de Leyva, aunque han planteado la situación, ni siquiera les envían una pipa.
La única forma de conseguir el líquido es a través de un vecino que les llena una “cisternita” contaminada, para así, al menos, garantizar el agua para bañarse y limpiar. El agua potable para ingerir y cocinar deben cargarla en la noche de una tubería pequeña, dijo la mujer a Radio y Televisión Martí.
Al menos 20 viviendas quedaron afectadas por el derrame de combustible en la Base de Supertanqueros de Matanzas durante el incendio de grandes proporciones registrado en esa zona de la refinería.
El gobierno había asegurado que preveía concluir antes de que finalice el año la construcción de 20 viviendas destinadas a familias afectadas.
Las casas serían "prefabricadas tipo Sandino, con cubiertas de tejas de zinc", y estarían enclavadas en un terreno cercano al antiguo preuniversitario Enrique Hart de esa urbe, pero todavía, a menos de un mes de que cierre 2022, las personas siguen albergadas y sin esperanza de nuevas viviendas.
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