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MINSAP investiga presunto tráfico de órganos en hospital de Santiago de Cuba

La Dirección Provincial de Salud admitió que un eviscerador y un terapeuta ocupacional del hospital de El Cobre fueron detenidos al ocupárseles dos corazones de posible procedencia humana.


Este artículo es de hace 1 año

Las autoridades sanitarias cubanas anunciaron que están investigando un caso de presunto tráfico de órganos humanos en el Hospital Clínico Quirúrgico Ambrosio Grillo Portuondo, ubicado en el poblado de El Cobre, en Santiago de Cuba.

Una nota de la Dirección Provincial de Salud (DPS) respondió a una publicación en Twitter del usuario Yannis Estrada, en la que se denunciaba que un empleado de la institución sanitaria estaba sacando órganos y grasa corporal de pacientes fallecidos para triturarlos y venderlos como picadillo.

En su post, la entidad estatal reconoce que, ciertamente, dos trabajadores del centro que se desempeñan como eviscerador y terapeuta ocupacional fueron detenidos el pasado 9 de diciembre por un presunto hecho delictivo, al habérseles ocupado dos corazones de posible procedencia humana.

Captura de Facebook / Dirección Provincial de Salud Santiago de Cuba

El caso, según la entidad, está "en proceso investigativo por los órganos de la Policía Nacional Revolucionaria y una comisión de sector para su esclarecimiento".

Por su parte, Estrada, activista político y cofundador y CEO de la fundación CubaSpaces, aportó más datos del "aterrador y espeluznante" hecho que dio a conocer este 23 de diciembre.

De acuerdo con la información que le suministraron sus fuentes, la persona que presuntamente cometió estos delitos se nombraría Roberto Guzmán y trabajaba en el hospital como asistente del patólogo.

"Fue sorprendido hace un tiempo guardando órganos en un congelador, según él, para que no se echaran a perder. Hace unos días lo agarraron con varios órganos (corazón y lengua) bien envueltos mientras salía del Hospital. En el interrogatorio mencionó el tema de la grasa, que dijo que destinaba a vender", explica el tuit.

Añadió Estrada que los vecinos de la zona asociaron el macabro hecho a la venta de un picadillo de dudosa calidad.

"De ahí el origen de la noticia, pero de acuerdo a la fuente, las cantidades de órganos sustraídos no alcanzarían para este tipo de venta comercial y el fin sería realizar rituales religiosos", precisó.

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