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Lula da Silva destituye a la dirección de medios de comunicación públicos en Brasil

La medida responde a la cobertura de estos medios del ataque al Congreso, el Palacio Presidencial y la sede del Tribunal Supremo Federal por partidarios de Jair Bolsonaro el pasado 8 de enero.

Lula agradece a trabajadores que limpiaron el Palacio Presidencial tras ataque © Twitter / Lula @LulaOficial
Lula agradece a trabajadores que limpiaron el Palacio Presidencial tras ataque Foto © Twitter / Lula @LulaOficial

Este artículo es de hace 1 año

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destituyó por decreto a la cúpula de todos los medios de comunicación pública del país, tras la cobertura de los sucesos del pasado 8 de enero, cuando partidarios del exmandatario Jair Bolsonaro asaltaron los tres principales poderes públicos en la capital del país.

El decreto, firmado el viernes, nombra a la periodista Kariane Costa como presidenta de la Empresa Brasileña de Comunicación (EBC), la cual iniciará un proceso de reorganización y transición que durará al menos 30 días, explicó la Presidencia en un comunicado oficial.

De esta empresa dependen medios importantísimos como TV Brasil, la agencia de noticias Agencia Brasil y la emisora Radio Nacional, cuyas direcciones seguían en manos de funcionarios nombrados por el expresidente Jair Bolsonaro.

TV Brasil, por ejemplo, es la emisora pública que realiza la transmisión oficial de los eventos del Gobierno federal y la Agencia Brasil es el medio oficial que divulga las acciones gubernamentales.

Solo sigue en el puesto el director de Contenido y Programación, Denilson Morales da Silva, único empleado de carrera de la EBC en el mando.

Aunque el nombramiento de Costa fue el único que menciona el comunicado, ha trascendido que otras cuatro mujeres formarán parte del equipo de transición: Rita Freire, Juliana Cézar Nunes, Nicole Briones y Flávia Filipini.

Medios de prensa aseguran que el inesperado reemplazo en la EBC responde al tratamiento de los acontecimientos del pasado 8 de enero en Brasilia, donde simpatizantes de Bolsonaro asaltaron el Congreso, el Palacio Presidencial y la sede del Tribunal Supremo Federal para derrocar al nuevo gobierno de Lula da Silva, quien en su primer discurso como presidente de la nación calificó la herencia bolsonarista "de pesadilla".

Los medios públicos hicieron la cobertura de estos sucesos, pero mientras la mayor parte de la prensa brasileña calificó a los simpatizantes de Bolsonaro como "vándalos" o "golpistas", los medios públicos usaron el término "manifestantes".

Al día siguiente del salto a los tres poderes el informativo de TV Brasil emitió declaraciones del senador Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente, y esto fue interpretado como otra provocación por políticos miembros del oficialista Partido de los Trabajadores (PT).

El viernes Lula Da Silva agradeció personalmente a los trabajadores "que limpiaron y reconstruyeron el Palacio Presidencial en tan solo unos días, tras los daños causados por los vándalos. Esta es una herencia del pueblo brasileño, de todos nosotros", publicó en Twitter.

Lula da Silva ganó el 50,90% de los votos en la segunda ronda electoral a finales de octubre y superó por más de dos millones de boletas (60,345,825) a Bolsonaro, quien logró a su favor 58,206,322 de boletas. El 1 de enero inició su tercer mandato al frente de la nación sudamericana.

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