El encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Cuba entregó este martes la última parte de la donación de 100 trajes de bomberos, que completa la ayuda ofrecida por el gobierno de Joe Biden tras el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas.
“CDA Benjamin Ziff completó la donación de 100 juegos de equipos de protección a la Escuela Nacional de Bomberos, incluidos cascos, guantes y botas, para reabastecer a los bomberos, tras el incendio de Matanzas y garantizar que estén preparados para responder a futuros incendios”, dijo en Twitter la Embajada de EE.UU. en La Habana.
En la última semana, funcionarios de Estados Unidos entregaron una primera parte de la ayuda en La Habana, noticia que fue dada a conocer en Facebook por el viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío.
“Agradecemos la entrega hoy por parte de la Embajada de EE.UU., en la Escuela Nacional de Bomberos, de 100 módulos donados por su gobierno al Cuerpo de Bomberos de Cuba, ofrecidos en ocasión del incendio ocurrido en la Base de Supertanqueros de Matanzas, el 5 de agosto de 2022”, apuntó el funcionario en esa ocasión.
Este donativo fue anunciado en diciembre último por el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel, quien confirmó que su gobierno decidió aceptar el ofrecimiento de la administración estadounidense, el cual agradeció al igual que la asesoría técnica brindada por ese país en medio de la tragedia de la zona industrial de Matanzas, que dejó como saldo a 17 personas fallecidas, más de un centenar de heridos y cuantiosas pérdidas materiales.
En el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas fallecieron siete bomberos y cuatro reclutas que cumplían el Servicio Militar Activo en el Comando 3 del Aeropuerto Internacional Juan Gualberto Gómez, en Matanzas, lo cual implicó una responsabilidad criminal. Todos fueron enviados a una catástrofe sin precedentes sin contar con los trajes especiales necesarios, en medio del descontrol y el caos, sin recursos y sin experiencia. Asimismo, perdieron la vida seis trabajadores que operaban o conducían los carros cisternas.
El 6 de agosto, menos de 24 horas después de que comenzara el fuego, Washington brindó a La Habana la asesoría de sus expertos para sofocar las llamas.
El vicecanciller cubano informó entonces que Cuba aceptó la propuesta, que había pasado a manos de los especialistas para la debida coordinación.
Sin embargo, días después, la Casa Blanca reveló que el gobierno de La Habana no había hecho ninguna solicitud formal al respecto, y que no obstante se mantenía a la espera de que las autoridades cubanas confirmaran su disposición a recibir ayuda humanitaria y asesoría técnica.
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