Unos 400 campesinos de Ciego de Ávila se resisten a firmar un contrato con la Industria Alimentaria para venderle la leche de vaca que produzcan, lo que genera en la provincia un déficit de cuatro millones de litros.
La Industria Alimentaria en ese territorio debe acopiar antes de finalizar el año unos 17 millones de litros de leche, pero solo ha contratado el 72 % del plan, según datos oficiales ofrecidos por el periódico Invasor.
En este mes, la producción diaria disminuyó respecto al año anterior en unos dos mil litros, por lo que el sector es incapaz de satisfacer todas las demandas de la población.
Autoridades locales aseguraron que antes de finalizar enero deben tener contratados unos 15 millones de litros de leche, un "plan técnico" inferior a las necesidades Ciego de Ávila, que puede dejar de venderle el alimento a los pacientes con dietas médicas.
Lázara Mercedes López Acea, viceministra primera de la Industria Alimentaria, ordenó disminuir la venta de leche a trabajadores privados que elaboran alimentos derivados del lácteo, y dijo que era "deshonesto" comprar estos productos mientras había niños que no tenían acceso a un vaso de leche.
El problema de la leche de vaca en Ciego de Ávila no es un asunto reciente, ya que en al finalizar el 2022 se conoció que la provincia incumpliría el plan de producción.
Una de las causas es la falta de incentivos económicos que tienen los campesinos para venderle a la industria la leche, y prefieren indemnizar al gobierno que venderla a los actuales precios.
"Cada litro de leche se vende de manera informal a 100 CUP, por tanto a los campesinos les resulta rentable venderla en la calle", explicó en ese entonces Osvaldo Morales Batista, director del Lácteo en Ciego de Ávila.
Al cierre del pasado año la provincia dejó de acopiar unos tres millones de litros de leche, según datos oficiales.
La falta de leche no es un problema exclusivo de Ciego de Ávila y otras provincias tienen problemas para cumplir sus planes, a pesar de que el estado cubano aprobó una serie de medidas para incrementar la producción de un alimento al que no tienen acceso todos los cubanos.
En Sancti Spíritus se informó de un déficit de cinco mil litros diarios, situación que afecta fundamentalmente a los pacientes con dietas médicas y menores de siete años.
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