El gobierno de Chile donó a Cuba medicinas e insumos médicos que serán utilizados en los pacientes que se recuperan de las lesiones provocadas por el incendio de la Base de Supertanqueros de Matanzas, en agosto del pasado año.
La donación de guantes quirúrgicos, jeringuillas, sondas nasogástricas, antibióticos, cremas para quemaduras y analgésicos, entre otros, fue entregada al hospital "Hermanos Ameijeiras", de La Habana, donde se atienden los heridos del siniestro, que dejó un saldo de 17 fallecidos.
“La donación de medicamentos, gastables y dispositivos médicos nos permitirá una continuidad en la asistencia médica a muchos pacientes en este hospital, que es uno de los de nivel terciario en el país”, explicó el director del hospital, Reynaldo Denis, según un reporte de la agencia oficialista Prensa Latina.
Por su parte, la embajadora de Chile en Cuba justificó la falta de medicinas e insumos en el país a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos al régimen comunista.
“Nuestro cariño llega en forma de medicamentos, de medicinas que curan heridas y salvan vidas, de recursos a los que no es fácil acceder debido al aislamiento económico comercial a que Cuba es sometida", lamentó la diplomática, sin mencionar que La Habana tiene licencia para comprar este tipo de productos en Estados Unidos.
Esta ayuda procedente de Chile se suma a otras que han arribado a Cuba en los últimos meses, una de las principales vías de suministro que tiene el país para enfrentar la crisis generada por la adopción de políticas erróneas y la falta de previsión por parte del gobierno.
Tras el incendio en Matanzas, Colombia donó piel humana para injertar a los pacientes que sufrieron quemaduras durante el lamentable incidente.
Por esas fechas también llegó al país un cargamento de 32 toneladas de comida y otras cuatro de medicinas procedentes de República Dominicana, una nación con características geográficas similares a las de Cuba, pero con un desarrollo económico superior, debido a las diferencias de gobierno que existen.
Para algunos miembros de la sociedad civil independiente, esto pone en evidencia la incapacidad de La Habana para garantizar a sus ciudadanos los recursos que se necesitan y la alta dependencia que tiene el país de las ayudas foráneas, exponiendo la pobreza de los cubanos y la falta de respuesta institucional a las crisis.
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