La Seguridad del Estado ataca "secretamente" a Personas de Interés Operativo (PIOs); propiciando un incremento de sus problemas cotidianos y los de su familia, aseguró a CiberCuba una oficial del del Departamento XII (Información y Análisis) de la Dirección General de la Contrainteligencia (DGCI).
La fuente aseguró desconocer el número exacto de cubanos clasificados como PIOs, pero admitió que los métodos operativos utilizados por el G-2 han provocado "un alejamiento creciente del pueblo, que antes mitificaba y respetaba a la seguridad (del estado) y ahora la repudia".
Las numerosas denuncias en la prensa independiente y redes sociales sobre dirigentes y funcionarios corruptos "han calado en nuestra red de colaboradores y hasta en oficiales y agentes", reacios a "seguir defendiendo lo inexplicable", aseveró.
Recientemente, un compañero calculó que "por cada PIO contra el que aplicamos medidas operativas, hay diez individuos que se solidarizarán con la persona controlada"; convirtiéndose en "potenciales enemigos y voceros de la contrarrevolución", reveló.
Las informaciones útiles se utilizan actualmente por la CI para generar medidas activas que le incrementen a las PIOs sus preocupaciones sobre su entorno familiar, que no puedan satisfacer sus necesidades perentorias, obstaculizarles o interrumpirles sus planes familiares diarios y acrecentarles sus problemas laborales y de salud", sostuvo.
El objetivo que persigue la Seguridad del Estado consiste en "incrementar sus estados emocionales negativos, que le impidan manifestarse y/o actuar contra el Estado y sus dirigentes", puntualizó.
Mediante la obtención de información útil de los cubanos descontentos, las unidades del G-2 planifican el enfrentamiento; agravándole sus problemas y entorpeciendo sus gestiones cotidianas.
Por ejemplo, cuando la Seguridad del Estado detecta que una PIO necesita comprar un medicamento para si mismo o familiar cercano, organiza un operativo subrepticio para impedir y sabotear la compra de la medicina.
"Esto puede parecer despiadado, pero se controla el estado real del enfermo para -en caso necesario- provocar una intervención de urgencia que resuelva la situación creada e intentar aprovechar la situación para penetrar su núcleo familiar y entorno", matizó.
Si el G-2 descubre que una PIO pretende comprar cemento para arreglar las filtraciones del techo de su casa, diseña una operación para entorpecer la adquisición del cemento; consiguiendo alargar el sufrimiento familiar por las goteras y distrayendo al objetivo de sus planes contrarrevolucionarios, añadió.
Un problema que estamos teniendo es que "muchas PIOs se han percatado del seguimiento y/o escucha y han dejado de expresarse en público y hablar por teléfono sobre sus problemas y gestiones para resolverlos", y han pedido a su familia y amigos que eviten comentar en público y por teléfono necesidades y aspiraciones.
Las personas que se sienten vigiladas han "extremado la precaución con los hijos, habitualmente más espontáneos en sus expresiones y muchos con teléfonos celulares", concluyó.
Cuba es el tercer país menos democrático de América Latina, según la última edición del Índice de Democracia elaborado por la Unidad de Inteligencia de la revista británica The Economist.
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