China expresó este domingo su "fuerte descontento" por el derribo del presunto globo espía que sobrevolaba Estados Unidos desde hace días, al que las autoridades del país asiático describieron como una “aeronave civil no tripulada”.
Pekín consideró una reacción "desproporcionada" la decisión de Washington de derribar el globo que sobrevoló durante días el territorio estadounidense. Según AFP, el comunicado del ministerio de Exteriores chino indicó que China se reserva "el derecho de dar más respuestas de ser necesario".
Las autoridades chinas acusaron al gobierno de Estados Unidos de "reaccionar de manera claramente desproporcionada" e incurrir en una "grave violación de las prácticas internacionales".
"China expresa su fuerte descontento y protesta contra el uso de la fuerza por parte de Estados Unidos para atacar una aeronave civil no tripulada", subrayaron.
Para el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, el globo “estaba siendo utilizado por la República Popular China en un intento de vigilar sitios estratégicos en Estados Unidos continental”.
“Fue derribado sobre las aguas territoriales de Estados Unidos”, explicó el funcionario, quien precisó que el globo fue abatido por aviones de combate asignados al Comando Norte de EE.UU. Fuentes militares indicaron que se usaron aviones de combate de la Base de la Fuerza Aérea de Langley, y se disparó un solo misil para derribar el globo a las 2:39 p.m. del sábado.
El presidente Joe Biden dio la orden de derribarlo el miércoles, cuando se hizo pública su presencia en las altas capas de la atmósfera estadounidense. “Cuando me informaron sobre el globo, ordené al Pentágono que lo derribara, el mismo miércoles, lo antes posible”, afirmó.
“Decidieron que, sin dañar a nadie en tierra, el mejor momento para hacerlo era cuando estuviera sobre el agua, dentro de un límite de 12 millas. Lo derribaron con éxito y quiero felicitar a nuestros aviadores", agregó.
Este sábado, un misil aire-aire guiado AIM-9X Sidewinder, disparado desde un avión F-22 Raptor de quinta generación, desinfló el globo de la potencia comunista, que no dudó en mostrar su disgusto con términos amenazantes.
"China salvaguardará resueltamente los derechos e intereses legítimos de las empresas afectadas y se reserva el derecho de dar más respuestas de ser necesario", expresó la cancillería en su comunicado.
El asunto del globo no ha hecho más que aumentar las tensiones entre Washington y Pekín, al punto de este sábado el secretario de Estado, Antony Blinken, canceló un inusual viaje a Pekín que tenía como fin contener las crecientes tensiones entre ambos países.
Tras el derribo del misterioso artilugio, del cual ahora se intentan recuperar los restos, el secretario de Defensa calificó la operación como "una acción deliberada y legal" que se dio como respuesta a la "inaceptable violación de nuestra soberanía" por parte China.
Pekín, que reconoció el viernes la propiedad sobre la "aeronave", dijo que se trataba de un globo meteorológico que había extraviado su rumbo. Este domingo, el ministerio de Exteriores chino dijo que "solicitó claramente a Estados Unidos que manejara apropiadamente la situación de manera calmada, profesional y moderada".
Sin embargo, Estados Unidos "insistió en el uso de la fuerza" de manera "claramente desproporcionada", con lo cual, según Pekín, incurre en una "grave violación de las prácticas internacionales".
Tenso comienzo el de Qin Gang al frente del ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular China, tras ocupar su cargo en diciembre pasado. El diplomático, nacido en el año del Caballo, tendrá que explicar los globos de Xi Jinping en el año del Conejo.
Al menos nueve ciudadanos chinos fueron arrestados entre 2018 y 2020 en Florida por espionaje, o presunto espionaje militar y económico en Estados Unidos.
"China plantea un desafío serio y a largo plazo para Estados Unidos que requiere una respuesta integral duradera. Florida alberga más de 20 instalaciones militares, y es importante que garanticemos la protección de todas las áreas sensibles a la seguridad nacional", dijo el senador cubanoamericano Marco Rubio tras conocerse casos de espionaje en 2020.
Cuatro meses más tarde, Biden emitía una orden ejecutiva que prohibía a los estadounidenses invertir en empresas chinas vinculadas al ejército del país o que vendiesen tecnología de vigilancia utilizada para reprimir la disidencia o las minorías religiosas, tanto dentro como fuera de China; una decisión que ampliaba una lista negra de la administración Trump, y elevaba hasta 59 el total de empresas chinas vetadas, pertenecientes en su mayoría al sector de la defensa o la videovigilancia.
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