Pobre Ucrania, tan lejos de Dios y tan cerca de Rusia

Los chinos siempre actúan de manera oblicua y, desde el inicio de la invasión a Ucrania han rehuido transferirle armas a Rusia para así mantener una aparente neutralidad que todos sabemos que no es tal.

Sin embargo, su vocación anti-Occidente los condujo a optar por una aproximación oblicua al conflicto ucraniano: enviar una ristra infinita de globos espías a Estados Unidos, poniendo a temblar al Pentágono mismo.

Con esto han conseguido que el máximo supplier de armamento, munición y recursos a Ucrania comience a inhibirse de continuar suministrando apoyo, al menos al mismo ritmo que venía haciéndolo desde el inicio de la invasión. El gobierno estadounidense declaró que los tanques Abrams no serán enviados a Ucrania ¡hasta dentro de 2 años!

Pero lo peor es que la decisión norteamericana ya esta repercutiendo en Europa; pues Pistorius, el ministro de Defensa alemán, ha declarado que ya no enviará a Ucrania 30 tanques Leopards 2A6, sino solo 14. Por su parte, el primer ministro sueco, de visita en Kiev, le ha brindado en teoría un buen paquete de material de guerra a Ucrania, aunque sin precisar ninguna fecha de entrega; pues evidentemente las aguas del río Yangtsé ahora mismo bajan revueltas, además de que el ingreso de Suecia en la OTAN está en un pan de jabón y lloviznado debido al veto de Turquía al ingreso de Estocolmo.

Nada, que con un buen puñao de globitos de Cantolla* que, de seguro le han salido muy baratos, los chinos han conseguido quebrar a la frágil y timorata coalición de donantes de armas a Ucrania y de paso tirarle un buen cabo al dueño del Kremlin.

Hace añísimos, un afamado escritor mexicano de cuyo nombre no quiero acordarme, pronunció esta frase: "pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos". Yo, con la debida licencia, modificaría la frase de marras por esta otra: "pobre Ucrania, tan lejos de Dios y tan cerca de Rusia".

* El globo de Cantolla es una película cómica mexicana. Se estrenó el 25 de diciembre de 1943. El guión fue escrito por Max Aub.