Fuerzas del orden de Estados Unidos rescataron este martes a seis migrantes que viajaban a la deriva en el Golfo de México tras 21 días en el mar.
“¡Trabajo en equipo en los mares! La tripulación de la Aeronave de Cumplimiento de Funciones Múltiples con sede en Nueva Orleans se asoció con la Guardia Costera y el Mecanismo de Coordinación Regional de Nueva Orleans para rescatar a 6 migrantes que habían estado en el mar durante 21 días en una embarcación casera”, indicó vía Twitter el grupo de Operaciones Aéreas y Marítimas de la Patrulla Fronteriza.
El mensaje no aclara la nacionalidad de los migrantes, pero a juzgar por las imágenes compartidas, la embarcación utilizada por estos es similar a las que fabrican los balseros en Cuba.
Tampoco se dan detalles sobre el estado de salud de los balseros. Aunque la zona donde fueron avistados y rescatados (próximos a las costas de New Orleans) no es utilizada comúnmente por los cubanos en sus travesías, cabe la posibilidad de que, tras 21 días en el mar, los migrantes hayan quedado a la deriva y fueran empujados por corrientes hasta aguas del Golfo de México.
En la madrugada del sábado, un grupo de 19 balseros cubanos tocó tierra en un cayo de Florida y fueron detenidos por agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos que respondieron al aviso.
La embarcación utilizada estaba hecha al parecer por piezas de madera y zinc, y llevaba adaptado un motor de Mercedes Benz de los años 80. En la proa llevaba inscrito el nombre "Libertad".
El día antes, agentes de CBP divisaron a un grupo de balseros cubanos varados en un cayo de Bahamas, quienes prendieron fuego a la embarcación utilizada en la travesía para llamar la atención sobre su presencia con la humareda.
Desde que el pasado 1 de octubre diera comienzo el actual años fiscal (FY2023), ya son cerca de 5,900 los balseros cubanos interceptados por la Guardia Costera. De ellos, las autoridades de países del área han devuelto a las cubanas 2,724 migrantes en el presente año natural (de enero a la fecha), según Prensa Latina.
Con la entrada en vigor en enero pasado del programa de parole humanitario implementado por la administración Biden se han reducido las cifras de migrantes irregulares cubanos interceptados en aguas del Estrecho, así como por las fronteras terrestres.
Sin embargo, el agravamiento de la crisis en Cuba, sumado a la desesperación de miles de cubanos que no ven perspectivas de mejoría y no cuentan con recursos o patrocinadores para abandonar el país, llevan a muchos de ellos a intentarlo por mar, aun sabiendo del peligro al que exponen sus vidas y lo que supone legalmente en caso de ser interceptados por las autoridades fronterizas estadounidenses: la imposibilidad de optar a emigrar por las vías legales.
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