Un residente en Quemado de Güines criticó la escasez de recursos en ese territorio del norte de Villa Clara para prevenir enfermedades, y afirmó que la salud pública es "una bomba a punto de explotar".
"El problema de la salud en el pueblo es una bomba de tiempo siempre a punto de explotar", dijo el internauta Eugenio Roque de Escobar en una publicación en el grupo de Facebook "Quemado de Güines y su historia".
Dijo que allí se habló por muchos años de que Cuba era una potencia médica, y "en Quemado se construyeron consultorios para médicos de atención primaria y se amplió el policlínico".
Sin embargo, consideró que con esas medidas comenzaron a "vestirnos por los pies", pues "primero había que prever, sanear el pueblo, darle agua potable y después entonces preparar las estructuras de salud". En ese territorio no hay ni acueducto ni agua potable, reveló.
"Nunca Quemado ha sido potencia médica, ha sido un pueblo bajo constante amenaza; cuántas vidas perdidas por el COVID-19 y cuántos enfermos todas las temporadas por enfermedades infecciosas que se pueden evitar", lamentó.
Recordó que se trata de un territorio donde "durante los gobiernos de la época republicana se fueron logrando con el presupuesto de la alcaldía muchas mejoras que año tras año le fueron dando al pueblo una visión de prosperidad".
Sin embargo, ahora no solo el sistema sanitario está deteriorado, sino que ya ni los pozos construidos por el alcalde Herminio Santana para proveer al pueblo de agua potable funcionan.
"Actualmente muchas de sus calles en mal estado y los malos drenajes son paraísos para la cría de mosquitos y ratones. En general el abasto del agua potable es a través de pozos construidos por los propietarios sin una guía de sanidad, cerca de las fosas, lo que hace que sus aguas se contaminen, esto se agrava en épocas de lluvias", denunció Roque de Escobar.
Aunque se ha destinado recursos a hacer el alcantarillado, se desconoce el destino final de esas inversiones, mientras que el pueblo sigue enfrentando el mismo problema.
Decenas de pueblos cubanos atraviesan situaciones similares, sin acueductos ni alcantarillas, por lo que sus habitantes dependen de pozos y deben construir fosas para almacenar las aguas albañales.
Además, los hospitales del país carecen de recursos para atender a los enfermos, pues no tienen ni siquiera suero fisiológico para hacer frente a la deshidratación por diarrea aguda, según denuncias que han trascendido en redes sociales.
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