Cuatro niños de entre 5 y 7 años murieron este miércoles víctimas del ataque con un hacha perpetrado por un joven en una guardería situada en el municipio de Blumenau, en el estado de Santa Catarina, al sur de Brasil.
Al menos otros cuatro menores resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, según reportó la prensa local.
El presunto autor de la masacre es un joven de 25 años que, tras el asesinato múltiple, acudió a las instalaciones de la Policía Militar para entregarse.
No han trascendido hasta el momento la identidad del agresor ni el posible motivo que lo llevo a cometer la matanza.
Testigos de la masacre revelaron que el atacante saltó el muro de la escuela y persiguió aleatoriamente, hacha en mano, a algunos de los niños presentes. Las víctimas mortales fueron tres varones y una niña.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva calificó lo sucedido de "monstruosidad" e "inaceptable acto de odio y cobardía".
"No hay dolor mayor que el de una familiar que pierde a sus hijos o nietos, todavía más si es un acto de violencia contra niños inocentes e indefensos. Mis condolencias y oraciones están con las familias de las víctimas y la comunidad de Blumenau", escribió en Twitter.
El gobernador de Santa Catarina, Jorginho Mello, también expresó su "enorme tristeza" por la tragedia.
"Expreso mi total solidaridad, que Dios conforte el corazón de todas las familias en este momento de profundo dolor", escribió Mello en la citada red social. El gobernador decretó tres días de duelo en el estado.
Brasil ha sufrido en los últimos tiempos una ola de ataques en escuelas, perpetrados a menudo por alumnos o exalumnos y en algunos casos con armas de fuego. Hace dos años, otra guardería fue atacada también en Santa Catarina. En ese caso un joven de apenas 18 años asaltó un jardín de infancia y mató a tres bebés y dos maestras.
Hace solo nueve días, el 27 de marzo, se registró el anterior ataque de esta naturaleza en Brasil, cuando un estudiante armado con una navaja mató a una profesora e hirió a dos compañeros y a dos profesoras antes de que otras dos docentes lograran neutralizarlo en una escuela de São Paulo.
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