Las ventas estatales de alimentos disminuyeron en Cuba durante 2022 y sus cifras “ofrecen un panorama devastador”, según economista cubano tras analizar las estadísticas oficiales de la isla.
“Se han divulgado datos oficiales sobre las ventas minoristas en Cuba que pudieran ser demoledores respecto a cualquier visión de una alegada recuperación económica en marcha. Los datos nominales no son buenos, pero cuando se ajustan a la inflación son desastrosos”, apuntó este lunes en Twitter el economista cubano, Pedro Monreal, tras analizar datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) de la isla.
Moreal consideró que “la enorme contracción en términos ‘reales’ de las ventas de minoristas de alimentos en 2022 revela una dimensión importante del ‘ajuste’ brutal del consumo y del poder adquisitivo agregado en Cuba, con el costo del ajuste concentrado en trabajadores y jubilados”.
También explicó que “las cifras deflactadas de 2022 ofrecen un panorama devastador. Tanto el promedio general como los datos de todas y de cada una de las categorías de alimentos presentan valores muy inferiores a las cifras del año precedente”.
“Deflactar las cifras nominales de 2022 permite apreciar una dinámica que no es distorsionada por el mayor valor que transmite la inflación incluso cuando las cantidades físicas decrecen (toneladas, litros, etc.)
Asimismo, dijo que “el ajuste por inflación de las ventas estatales de alimentos en el comercio minorista en CUP, utilizando la variación interanual de precios de alimentos de 63% de diciembre de 2022, indica aproximadamente el valor que hubiesen tenido esas ventas en ausencia de inflación”.
“Las ventas de alimentos (estatales y no estatales) representaron aproximadamente el 38% del total de las ventas de bienes en Cuba en 2022. Son bienes “inelásticos”, que en lenguaje de economistas significa que la demanda tiende a no afectarse significativamente por variaciones de precios”, subrayó Monreal en su análisis de los datos oficiales difundidos por la ONEI.
Además, consideró que “las ventas minoristas son consideradas como el respaldo material a la demanda de consumo que pudiera estar asociada a ingresos como los salarios y las pensiones”.
“Una caída anual en dos tercios de las ventas minoristas ‘reales’ de alimentos no es un asunto menor”, destacó, además.
Señaló igualmente que “la ‘compresión’ del poder adquisitivo agregado revelada por los recientes datos de comercio minorista es compatible con la ‘compresión’ relativa del peso de los salarios en el PIB que ya venía produciéndose desde antes” en la isla.
Moreal consideró que “un incremento salarial para mitigar a corto plazo el empobrecimiento derivado de la inflación en Cuba requiere considerar: a) la “compresión” salarial provocada por el “ordenamiento”, b) enfoque de la inflación como conflicto, y c) la gestión presupuestaria”.
Monreal en julio de 2022 alertó que la inflación en Cuba seguía creciendo y que reflejaba los desequilibrios macroeconómicos del país
"La inflación en Cuba sigue su marcha imparable. Al concluir julio de 2022 el índice de precios al consumidor era 32% mayor que hace un año, “halado” principalmente por un encarecimiento interanual de 52% en el precio de los alimentos", dijo en esa ocasión el economista en Twitter.
Además se refirió a que el indicador del aumento de la inflación en Cuba daba signos de un desequilibrio macroeconómico en el país, lo que podría empobrecer aún más a los cubanos.
"El nivel de inflación interanual de 32% de julio de 2022, refleja desequilibrio macroeconómico. O se corrige, o la inflación hundirá aún más el poder de compra del salario medio nacional y empobrecerá al hogar promedio", alertó.
El economista aludió también a datos oficiales del gobierno cubano que demuestran el incremento de los precios de los alimentos, sobre todo, de los productos cárnicos.
"La inflación de (precios de) alimentos en Cuba es preocupante. La carne de cerdo, de ave y el arroz registraron en julio un incremento mensual muy alto de precios", añadió.
En diciembre de 2021 Monreal afirmó que "la inflación es probablemente el dato que mejor sintetiza el fracaso del 'ordenamiento'" y, en su criterio, relativizarla "indica carencia de autocrítica y la esperanza de evadir un análisis razonado" sobre la crisis de la economía cubana.
A finales de agosto de 2022 otro economista, el estadounidense Steve Hanke, profesor de la Universidad John Hopkins, ubicó a Cuba en el segundo lugar mundial entre los países con mayor tasa de inflación.
"El colapso económico no tiene límites en el paraíso comunista. Cuba ocupa el 2º lugar en el resumen de inflación de esta semana. El 18 de agosto, medí la inflación en Cuba en un impresionante 135%/año", señaló en Twitter junto a una tabla con sus consideraciones de ese índice a nivel mundial.
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