La lluvia retrasó pero no impidió la presentación de Lionel Messi como nuevo jugador del Inter Miami, cuya fanaticada lo aguardó toda la tarde.
No bien paró el aguacero en el DRV PNK Stadium, Leo llegó a la cancha con su hijo Mateo de la mano, y detrás caminaban Antonela Roccuzzo y los otros dos vástagos del crack, Ciro y Thiago, con camisetas del equipo miamense.
Poco después se apagaron las luces en el estadio y la pantalla gigante mostró al rosarino con su familia arriba de un crucero. “Miami te da la bienvenida”, rezaba el cartel.
A continuación entró en escena la cara más visible de este club, el inglés David Beckham, quien le dio la acogida “a la familia” y también tuvo palabras de bienvenida para Sergio Busquets, otra figura del FC Barcelona que ahora jugará en la franquicia.
Otro de los dueños del equipo, el cubanoamericano Jorge Mas Santos, apuntó a la lluvia y señaló que “esto es agua bendita esta noche. Hace cuatro años soñamos traer los mejores jugadores del mundo al Inter Miami. Este es nuestro momento de cambiar el fútbol en todo el país. Esta noche le puedo decir a esta comunidad que cumplimos con la promesa”.
Fue entonces que tomó la palabra el gran personaje de la fecha, Messi, que agradeció las muestras de cariño recibidas en Miami, aseguró que “me hicieron sentir en casa rápido” y confesó que “tengo las ganas de siempre, de querer competir, de querer ganar, de seguir creciendo”.
Luego afirmó: “Elegí este lugar, este proyecto, no tengo dudas de que van a pasar cosas muy lindas”.
Posteriormente Messi se abrazó con Beckham, se ubicó en un palco y empezaron los shows musicales.
Desde su arribo al sur de Florida, el crack había causado conmoción, lo mismo cuando realizó las compras en un supermercado que cuando protagonizó el spot de su propia hamburguesa.
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